Habitualmente situados en el cajón del psychobilly y el rockabilly, los canadienses The Brains cada vez tiene menos de eso y más de aquel hardcore melódico que Bad Religion puso en primer plano a finales de los ochenta y principios de los noventa. Eso no evita, por supuesto, que se les pueda considerar primos hermanos de bandas como Social Distortion o la vertiente más desenfrenada de Reverend Horton Heat, aunque ellos apuesten por un ritmo más frenético y unas guitarras atronadoras que nos han de remitir necesariamente a la vertiente más melódica del punk rock. Capaces de que las melodías sobrevivan a su torrente sonoro, ahí están trallazos con aroma a hit como el propio tema que da título al disco, «Come by my side» que podría haber firmado el mismísimo Billie Joe Armstrong para Green Day y su Warning, o «Hell» en la que, ojo, el solo de guitarra corre a cargo de Tim Öhrström de Avatar. Para no sonrojar a los amantes de etiquetas tiran de clásico en temas como «C’mon let’s do it all night» o «Swing It», seguidas en el track-list del álbum, hacen la necesaria incursión mexicana en «El Mariachi de la Muerte», y dejan para el final la espléndida «Lonely Avenue», de lo mejor del lote, y una sorprendente y digna versión del «Electric Avenue» de Eddy Grant. No sé por qué, pero me da que con este disco se hacen definitivamente grandes. Lo suyo les ha costado.
Eduardo Izquierdo