El próximo mes de septiembre leerán la reseña que un servidor ha escrito para el número en papel de esta Ruta sobre el nuevo y flamante disco de Will Hoge. Un texto que, ya les avanzo, deja el álbum por las nubes. Y es que me parece que estamos ante la colección de canciones más compacta y el sonido más coherente en mucho tiempo si hablamos del de Tennessee. Y como uno le pilló con Teddy Thompson el gustillo a repasar un disco tema a tema – algo que no permite por espacio una reseña tradicional- ahí va el desglose de este fantástico Tiny Little Movies.
«Midway Motel». Estupendo comienzo. Puñetazo encima de la mesa. He venido a hacer un disco de rock y aquí estoy. Una biblia, un teléfono y televisores parpadeando. Will demostrando que es un hacha al contar historias porque, al fin y al cabo, “todo el mundo tiene una historia que contar”.
«The Overthrow». Si pensabas que lo del disco de rock se iba a quedar en el primer tema, un riff de guitarra va a confirmarte lo contrario (mi amigo Don Disturbios, en Mondosonoro lo compara con Josh Homme). Sopapos a diestro y siniestro para la sociedad norteamericana (vender promesas a un hombre pobre / y robarle tan rápido”), y un misterio a preguntarle en una entrevista, “es ese “Darth Vader con un bronceado de spray” el amigo Trump como suponemos?
«Maybe This Is Ok». Podrían estar los Heartbreakers por ahí, pero no. Es la competente y reducida banda que Will se ha buscado para el disco. Costumbrista, es una de las canciones del álbum que mira menos lo que rodea a su autor, para centrarse en su interior.
«Even the River Runs Out of This Town». Al que le falte algo de country, ahí tiene su dosis. Ahí que dejar algo de espacio a las acústicas, parte importante de la carrera de Hoge, y de paso jugar con las dinámicas.
«My Worst». Con este tema parece que hay unanimidad al considerarla la mejor canción del disco, y uno de los sumun creativos de la discografía de Will Hoge. Y dentro de un disco rockero hablamos de un baladón de más de cinco minutos donde, por supuesto sale a relucir su extraordinaria y característica vertiente soul. Magníficos coros femeninos y estupendo trabajo a las guitarras de Dan Baird, que coescribe la canción junto a Hoge. Letra rompe venas, ya saben, “me estoy rompiéndote y culpándote”.
«Thats How You Lose Her». Y aquí está otra vez el espíritu de Tom Petty y volvemos a acelerar. “¿Es esto todo lo que me querías?”. Para los que aseguran que el rock americano ha perdido la pegada de las guitarras, este tema les puede ir muy bien. A mí me tienen que seguir convenciendo de que esa guitarra no la toca Mike Campbell.
«Con Man Blues». No puedo evitar que este tema me recuerde a Social Distortion o a Jesse Malin cuando se pone al frente de D-Generation. Y ese sonido, por supuesto, es ideal para volver a hablar de política ¿o qué pensaban? En este disco le da menos que en su anterior trabajo, pero le da.
«Is This All That You Wanted Me For?». Medio tiempo, tirando a lento y con algo de soul, otra vez corta venas. El Will Hoge menos sorprendente del disco, quizá. Leo en Glide Magazine que es la canción de ruptura por excelencia, y me gusta esa definición. “Recogí las cosas que estaban rotas / y puse rosas rojas en tu puerta”.
«Likes Of You». Preciosa canción sobre como el amor nos cambia la vida sin que nos demos cuenta de ello. Arrastrada melodía y otra vez protagonismo para la guitarra acústica.
«The Curse». El single perfecto para las radios, con “la la las” incluidos. Quiero sonar en la radio y lo voy a hacer. Rock americano al uso pero muy, muy bien hecho. Sota, caballo y rey. Todo en su sitio. Estrofas, estribillos, pequeño solo de guitarra.
«All The Pretty Horses». Temón. Will demostrando que es un cantante espectacular para cerrar el disco, por I no nos había quedado claro. Es como esas canciones finales de los conciertos en que piensas “aquí me lo dejo todo ya”. Y unas cuantas frases para la eternidad. “La Mona Lisa / era solo la hija de otro hombre rico / eso terminó solo / con una sonrisa averiada”. Magistral.
Eduardo Izquierdo