El cuarteto pamplonica sigue creciendo en todos los sentidos, ampliando sus horizontes creativos y territoriales. Días Raros (Elsa Records/Snap! Clap! Club/Trouble in Mind) es un viaje de ascendencia pop, pero de largo recorrido espacial. Un disco de confirmación y expansión que surge tras una excitante etapa previa, donde se les ha visto ampliar su base de fans, cruzar el charco, llamar la atención del prestigioso sello Trouble in Mind y ganarse, por último, un merecido estatus de banda a la que hay que estar atentos. Volemos con ellas, pues.
¿Con Días Raros planteabais algún tipo de cambio específico o conceptual respecto a vuestro debut?
El mayor cambio entre el disco de debut y Días Raros ha sido que ahora sabíamos de qué iba lo de grabar y entramos en el estudio con las cosas más claras. En el disco anterior fuimos improvisando muchísimas cosas, parte de la instrumentación de algunas canciones se pensó directamente mientras grabábamos. En Días Raros sabíamos qué queríamos hacer en cada canción, cómo queríamos que sonaran en general, y también cada una en particular. Nos encanta dejar algo de margen para sorpresas que puedan pasar en el estudio, claro. Cuando estás metida en esa batidora de emociones, estímulos y sonidos, salen cosas sorprendentes y mágicas, que también las ha habido en este disco. En la producción, para la cual contamos con la colaboración de nuestros amigos Tamu y Jaime Cristóbal, trabajamos antes de entrar a grabar y, finalmente, Karlos Osinaga y Guillermo Fernández Mutiloa (teclados) llevaron a cabo la grabación en estudio.
A nivel conceptual no ha habido un planteamiento diferente al que hemos tenido desde el principio. Nos gusta hacer las canciones de manera bastante natural, inmediata y poco premeditada. A medida que van saliendo buscamos qué le va mejor a cada una. Y una vez tuvimos la colección de canciones, vimos cuál era su vínculo común, en este caso, aquello de lo que hablan.
Podríamos decir que, en conjunto, el disco es muy indie, pero desde la sicodelia, el garaje e incluso con momentos de trote germánico. Además, tiene momentos de gran capacidad hipnótica, algo que parece buscado y trabajado a conciencia a nivel de producción… Contadme un poco cómo surge esa amalgama.
Es un reflejo de lo que nos gusta y lo que nos sale, no es que dijéramos “queremos que este disco sea así”. Como decíamos, las canciones salen de manera natural y poco premeditada. Generalmente, probando patrones rítmicos y melódicos de manera libre, en relación con lo que escuchamos en ese momento o en general. Y claro, lo que escuchamos es todo eso que citas, de distintas épocas y distintas nacionalidades. La pauta de composición suele ser primero con la guitarra o el teclado desde casa; esto marca una línea que después, con el resto de instrumentos, completamos en el local y concluimos al grabar.
Esa variedad hace que el “viaje” sea muy ameno y se preste a estados de ánimo que van de la casi nana indie «El tiempo ha pasado», al martilleo de «Los alemanes», siempre con frescura y naturalidad…
Sí, es cierto lo del rollo hipnótico, y también es verdad que es hasta cierto punto consciente y buscado… pero esto sucede más que nada porque es la propia canción la que lo pide. Por su mood implícito, no tanto porque digamos “hagamos música hipnótica”. Las canciones nacen en la habitación de Oihana y luego las vamos construyendo entre todas en el local, y allí van asumiendo unas características que ya traían en potencia. La tendencia a la melancolía, a dejarnos llevar al mundo de los recuerdos y la ensoñación es algo que nos une a las cuatro, y quizá se refleja en ese algo hipnótico que tienen muchas canciones. El salto de un estilo a otro sucede con la misma naturalidad con la que nosotras pasamos de un estado de ánimo más introspectivo a otro más enérgico, decidido o festivo. Y además en todo ello se refleja la música que escuchamos y que ha ido moldeándonos inevitablemente. Y bueno, ahí hay bastante variedad de estilos también.
Lo de que se os abran las fronteras con el SXSW, la New York Fashion Week… ¿Se trata de excursiones puntuales, o os esperan movimientos más recurrentes, sea girando o con más excursiones foráneas?
La verdad que no sabemos exactamente lo que nos espera, y menos a día de hoy, cuando aceptar la incertidumbre es el único plan. Lo del SXSW fue buscado (nos inscribimos dos veces y ambas nos eligieron) y lo de la NYFW fue una cosa absolutamente inesperada y LOCA que aún nos cuesta entender. Una experiencia muy guay y bastante extraordinaria, la verdad. Al margen de esto, siempre que hemos tocado fuera de España han sido experiencias brutales. Recordamos con cariño el Indietracks, Freakender, Londres, Francia… Tenemos una conexión y un entendimiento muy grande con el público siempre que salimos fuera de España, nos da la vida. Y nos encantaría seguir haciendo más excursiones porque nos hace muy felices. Una gira europea es lo que más nos gustaría, y también por USA, claro, es algo que esperamos que suceda en algún momento (¡por favooooooor!). Pero ahora mismo… pues ya sabéis, todo es incertidumbre.
¿Cómo surge el fichaje por Trouble in Mind Records?
Bueno, ellos nos empezaron a escribir hace tiempo, a raíz del primer LP, les gustaba mucho nuestra música y nos pidieron que les mandásemos material cuando estuviésemos en proceso de un segundo LP. Grabamos unas demos con los primeros temas que teníamos compuestos para el nuevo álbum, les encantaron y, voilà. La verdad es que son peña muy guay, y para nosotras es un sueño que nos publique un sello que ha publicado otros grupos y discos que nos flipan.
Lo que está claro es que en vuestras coordenadas no se contemplan, o eso parece, coqueteos urban o latinos, como los que puedan haber tenido Novedades Carminha o The Parrots.
¡Pues no lo parece! Nunca hay que descartar nada y la verdad es que, a muchas de nosotras, nos gustan un montón muchas cosas de ese rollo, pero de momento no nos fluye hacer nada similar.
Del mismo modo, vuestra música, definitivamente, se aleja de las grandes propuestas del indie patrio festivalero. Ese que coquetea con el mainstream indisimuladamente, obviando caminos, digamos, más estimulantes y/o desafiantes.
Bueno, la cosa es que nos parece que muchas de nuestras canciones sí que tienen ciertos ingredientes para llegar un público amplio. Al final hacemos pop, con letras bastante directas y universales, y sin gran complejidad musical, digamos. Otra cosa es que musicalmente no hagamos lo que más ¿se lleva?, porque hacemos simplemente lo que nos gusta y nos sale, sin buscar fórmulas de éxito ni nada así. Somos absolutamente incapaces de pensar en esos términos. A su vez, nuestro mayor deseo es llegar a la gente, no tenemos ningún interés especial en hacer música para pocos o algo similar.
Pocas bandas del underground de aquí pueden contemplar vivir solamente de esto. ¿Os lo planteáis o estáis cómodas compaginando un trabajo “normal” y rock and roll?
Cómodas, no es precisamente la palabra, ¡jajaja! Pero lo cierto es que las cuatro tenemos la intención y voluntad de desarrollar nuestra carrera profesional y/o estudios de manera paralela a nuestra dedicación a la música. Eso crea a veces bastante estrés, cansancio y complicaciones de calendario, pero vamos consiguiéndolo y todo lo bueno que nos aporta la música equilibra la balanza del esfuerzo. Por otro lado, al menos en el punto en el que estamos nosotras, y que compartimos con muchos grupos de ese entorno “underground”, sería bastante difícil vivir de ello.
¿Qué música, local o extranjera, os está resultando particularmente estimulante últimamente?
Pues aquí cada una tendrá su respuesta, y seguramente dependerá del mes, semana y día del año. Como cosa común, hay ciertos básicos en los que todas confluimos, como Slumber Party, Ariel Pink, Television Personalities, Modern Lovers, Vivian Girls, Broadcast, etc. De aquí nos gusta mucho a todas Saint Miquel, nos resulta muy especial. En nuestros últimos viajes escuchamos bastante Electrelane, Mujeres… Y también estamos muy de NEU!, Moon Duo y cosas así. Y Beat Happening, que siempre vuelven.
Laura: A mí ahora me está dando la vida el último disco de Triángulo y los nuevos singles de Betacam, Cariño y Mujeres. Y de rap, acabo de descubrir ahora a Stetsasonic y estoy como U-A-U.
María: Yo estudio arte dramático y estando de confinamiento tengo que crear «cosas» (coreografías, textos…), así que últimamente estoy escuchando bastante a Patsy Cline, Alice Boman y Jeff Buckle,y que me ayudan a entrar en modo creativo.
Leire: Escuchando bastante Young Marble Giants que siempre son muy inspiradores, Dean Blunt (con y sin Inga Copeland), Toña La Negra, The Cleaners from Venus y listas de Spoti en las que siempre aparece Anna Dominó, que me encanta.
Oihana: últimamente el nuevo disco de J’aime “Love and Squalor”, que es una delicia. También he vuelto a Holy Wave a través de sus dos adelantos del nuevo disco, que me chiflan: “I’m not living in the past anymore” y “Escapism”. Y con eso de la melancolía de Austin y el SXSW, a Hidden Ritual, grupo que descubrimos allí y que nos flipó, también amigos. Será que a todos los echo de menos.
¿Y algún placer culpable musical de esos que nadie asociaría nunca a Melenas?
Nos flipa escuchar y gritar el primer disco de Estopa en los viajes, ¡aunque tampoco es culpable! Igual se siente más culpable cuando nos da por OBK, Amistades Peligrosas, Laura Pausini, La Oreja de Van Gogh o Shakira.
Texto: Daniel González
Fotos: Dani Cantó