Esta pareja de estadounidenses formada por Dorothy Daniel y Ben DeBerry con sede en Nashville nos habían acostumbrado a un sonido acústico que abandonan de manera notoria en este álbum sin que ello los aleje en exceso del sonido de raíces. No hace falta escuchar mucho par a darse cuenta que han añadido a su habitual propuesta sonidos más cercanos al rock y al blues eléctrico. Para ello han contado con el productor Marco Giovino (Buddy Miller, Band of Joy) que ha entendido perfectamente la evolución que el dúo le pedía para sus canciones, algo que explican a la perfección declaraciones como estas: “Shine representa un cambio importante en nuestro sonido, alejándose de nuestro pasado acústico mientras permanece arraigado nuestro amor por la canción y el ritmo. Al aventurarnos fuera de nuestra zona de confort, sonoramente y en cuanto al proceso, pudimos hacer un disco orgánico que nos entusiasma que todo el mundo escuche” . Con ellos ocupándose de todas las canciones no dista mucho la lírica de este trabajo de la apuntada en su exitoso Give and Receive (2016), aunque quizá haya algo más de madurez en su forma de encarar los textos. Buen paso adelante.
Eduardo Izquierdo