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The Dogs D’Amour, «mi casa estaba llena de ratas» (Tyla)

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Estamos en 2013 y lo vamos a empezar con buen pie, así que mejor agarrarnos a las buenas noticias que a las malas. Que la banda británica nos visite con su formación original es algo que no esperábamos. Bienvenida sea esa buena nueva. Así arrancaba este artículo entrevista sobre una de las bandas más carismáticas y genuinas surgidas de las islas en las últimas décadas.

En los noventa, cuando el sleazy agonizaba y el terremoto del grunge estaba a punto de explotarnos en todos los morros, hubo una serie de bandas que apostaron por ese rock n´roll primigenio y sucio, deudor del punk, del glam, de New York Dolls y de The Rolling Stones. Algunos de los nombres que dieron vida a esa escena eran The Wildhearts, The Georgia Satellites, The Quireboys, The Jacobites, y por supuesto, The Dogs d´Amour.

Nunca olvidaré aquel concierto en Barcelona en la explanada de El Sots del Migdia dentro de una edición de la Telecogresca. Fue al aire libre, cuando los festivales de verano aún era una cosa rocambolesca que se celebraba solamente en el extranjero y que a nosotros nos sonaba a chino, The Dogs d´Amour participaban en un evento como aquél compartiendo cartel con Café Soul, Xarop de Canya, Boggie Brothers y La Salseta del Poble Sec. No hace falta decir que nos plantamos en aquel lugar únicamente con la idea de verles a ellos, el resto era puro relleno. Y aunque teníamos ganas y las expectativas eran altas, la salvajada que nos sirvió aquella panda de descerebrados y borrachos fue de tales dimensiones, que diecinueve años más tarde, todavía se recuerda ese momento entre sus seguidores, sin darnos cuenta se asocia de inmediato a la banda a aquella experiencia.

Sobre todo por una anécdota, cuando su carismático cantante Tyla se rajó el pecho con una botella que estaba rota. No salíamos de nuestro asombro mientras sonaban una tras otra “How Come It Never Rains”, “I Don´t Want You To Go”, “Trail Of Tears”, “Satelite Kid”, “Heroine” o “Victims Of Success”. Después el grupo se disgregó tras grabar algunos discos notables como King Of Thieves y Straight??!!, entonces Tyla comenzó una prolífica carrera en solitario, en acústico, siendo mucho más íntimo, más crudo, más real si cabe. Algo que ya experiemntó con The Dogs d´Amour en A Graveyard Of Empty Bottles. Las canciones de The Life And Times Of A Ballad aún laten con fuerza, una obra mágica y muy pura, esta es la radiografía de un personaje que es romántico a la vez que peligroso.

Él se instaló en la Ciudad Condal, se dedicó a pintar, su otra gran pasión, y tras esa temporada pululando por aquí le perdimos definitivamente la pista. Grabó a pachas con Spike, hizo buenas migas con Dregen de Backyard Babies, pero lo dicho, desapareció del mapa. Junto a otros músicos mercenarios y no tan implicados como sus camaradas de antaño todavía le dio cuerda a The Dogs d´Amour, si bien ya no era lo mismo, ni el espíritu ni la filosofía le cuadraban ni a él ni a sus fieles que perdieron toda esperanza de que aquello se reactivara con buena salud. Justo hasta ahora, momento que ellos aprovechan para hacer una gira por una buena causa: ayudar a un amigo recaudando fondos para que tenga la posibilidad de poder curarse de un cáncer. Es precisamente ahora que se cumple un cuarto de siglo desde la edición de su debut, el imprescindible In The Dynamite Jet Saloon, una excusa más, otra para darle todavía más sentido a esta vuelta.

Y dada la oportunidad que se nos brindaba, entrevistar al imprevisible Tyla era una opción viable, incluso era ilusionante, todo y que ya sabemos que él es impredecible, siempre ha sido así. No lo vamos a cambiar a estas alturas de la película. Entre lo surrealista y lo cómico, así son las respuestas de Tyla a nuestro cuestionario, algunas son incluso irreproducibles. De ese total pasaremos unos extractos, alguna pincelada con sus pintorescas declaraciones. Aunque no importa, era de esperar, y bien pensado, tiene hasta su gracia. Porque será sobre las tablas de los escenarios que pise esos días, el sitio dónde no habrá tiempo para bromas ni extravagancias vanas -¿o si?-, allí siempre ha dado la talla, sus compañeros de fátigas también –el batería Bam, el guitarrista Jo Dog, el bajista Steve James-, de eso si que estoy seguro. Ese será un buen momento para rememorar viejos tiempos, para sacar del baúl de los recuerdos sus discos, desempolvarlos y disfrutar de nuevo con sus canciones festivas con historias sobre desdichas e infortunios. (el autor se refiere a la gira de febrero del 2013)

Tyla, dentro de poco vuelves por estos lares. ¿Qué recuerdas de esa temporada en la que viviste en Barcelona?

Fueron cinco años de vacaciones muy guays, escribí y grabé catorce álbumes, dibujo más de 1380 cuadros, y cogí todas las cajetillas de tabaco que encontré por la ciudad y las pinté para después venderlas. Tenía siete bicicletas robadas y mi casa estaba llena de ratas, se lo comían todo.

¿Qué aprendiste de nuestra cultura? ¿Qué te gustó?

Estaba más relajado que en Inglaterra y Estados Unidos. Allí hacéis más vacaciones que en el resto del mundo. En verano hace un calor que es sangriento y eso provoca que sin duda os volváis todos locos, jaja.

He leído que la razón principal de hacer esta gira es para ayudar a un amigo con el dinero de esos conciertos para que venza un cáncer.

Él tiene un cáncer de colon de grado cuatro, así que estamos tocando para que al menos tenga una calidad de vida decente durante los próximos años. De ese modo, estamos haciendo lo que está en nuestra mano para ayudarle. Por otro lado, él está escribiendo un libro sobre cuándo él era el electricista de Marlon Brando y otras estrellas de Hollywood, y relata todas las aventuras de Steptoe y el hijo de la estrela Wifred Bramwell como guardaespaldas en 1970.

¿Fue muy difícil para ti convencer a tus antiguos compañeros de grupo para reuniros? ¿Habéis estado en contacto durante los años que The Dogs d´Amour ha estado inactiva?

No mucho, no hablábamos desde 1989, pero pronto conseguimos que fuese factible hacerlo de nuevo, quedamos en un café local para tomar té y unos bocadillos de beicon.

¿Es sólo una reunión puntual o cabe la posibilidad de grabar algo nuevo otra vez?

Si, llevamos siete meses y medio grabando como único camino. Técnicamente usamos el Logic Pro 9 y el Garage Band para ordenadores Mac. Y de ese modo hemos hecho esas partes del disco a través de los océanos y los continentes. Creo que estará listo para cuándo hagamos la gira.

En 1995 iniciaste tu carrera en solitario, tu debut era fantástico. Se abría una nueva ventana para ti, más clamado, más íntimo.

Obviamente no has escuchado mis doce discos de death metal y los de speed tango, así como mi nuevo “Quinquaginta” y “Bloody Hell Fire”, y el último que es doble y se llama “The Devil´s Super”, mitad acústico, mitad metal ruso, mitad speed jazz.

Luego grabaste discos con tus amigos Spike y Dregen. ¿Qué recuerdas de esas experiencias?

Oh, con Spike…¡¡¡eso fue en 1996!!! Después grabamos otra versión del disco en acústico en 2004 cuando vivía en Barcelona. Lo que puedo decir es que éramos colegas y grabamos un par de discos. Él vive en verano en Escocia, y se está planteando conducir con un coche de golf hasta el polo norte el invierno que viene por caridad. Con Dregen fue en 1999, él acababa de dejar la escuela e hizo una gira acústica por China y en Suecia, y el último de esos shows que fue sold out fue en Estocolmo. Entonces hizo otro concierto en Londres, y eso fue todo, ya sólo lo vi dos veces más, era cuando el cumplía 21 años. Ahora ya tiene 45. ¿Sabes que su nombre real es Terry Thomas y es ingles? ¡Él está allí ahora acusado de crímenes contra la comedia!

En los últimos años no hemos tenido muchas noticias tuyas, has estado desaparecido del negocio de la música durante largas temporadas. ¿Qué ha sido de tu vida durante esos periodos de inactividad creativa?

He estado en prisión y me acabo de escapar ahora. Estoy en proceso de volver a hacerlo cuando te acabé de responder esta entrevista. No tengo un PC pero estoy planeando tener un iPad a la que las tiendas vuelvan a abrir.

Tu otra ocupación artística al margen de la música era pintar. ¿Aún te dedicas?

Tuve mucho tiempo para hacerlo mientras viví en Sudáfrica…puedes chequear mi trabajo aquí, www.tylasarttavern.com.

Los libros también han sido una fuente de inspiración para ti, en especial las obras de Charles Bukowski.

Cuando era un niño hace treinta años leía a Hank, pero ahora…recientemente, y no de Bukowski, he leído un libro titulado The Street Cat Named Bob, Life de Keith Richards de quien tengo una copia firmada. Otro también sobre la vieja estrella del rock Rick Wakeman, las novelas gráficas de Johnny Cash, y otros de Richard Burton, Richard Harris, Oliver Reed y Peter O´Toole. Are You Experienced de William Sutcliffe también lo recomiendo. Soy un gran fan de la comedia.

 

Texto: Toni Castarnado

Fotos directo (1990): Xavi Mercadé

Artículo publicado en el nº 301 de febrero del 2013

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