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The Divine Comedy, «soy un hijo de la era pop» / #EnRutaEnCasa

 

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The Divine Comedy llevan siendo los abanderados del Pop orquestal elegante desde finales de los ochenta (ya), tienen un disco maravilloso reciente y vuelven de gira por estos lares, de modo que si nunca es necesario buscar motivos para hablar con Neil Hannon, ahora menos aún. El norirlandés uso la belleza que destilaban los discos de Scott Ealker, Jacques Brel, Beach Boys o Ravel para evadirse de la dura realidad de los años de plomo en el norte. Irónico, socarrón incluso, lo suyo es pura maestría a la hora de componer e interpretar, nunca la realidad sucia fue tan bella como en sus manos.

Escucho los primeros acordes de Napoleon Complex y ya se siento en casa, en un disco de Divine Comedy ¿eres consciente de ese sonido tan reconocible?

Vaya ¿te sientes en casa? (Risas) Qué bien, respecto al sonido, la verdad es que supongo que sí lo tengo más que nada porque no escucho a nadie haciendo algo similar. Y suena del modo en que suena por quien soy, por lo que escucho y porque mis habilidades son las que son. Limitadas. Y también por mi voz y la música que escucho, la verdad es que me pincho mucha música pop, pero luego cuando me pongo a tocarla no acaba de sonar bien, me queda mejor con los arreglos orquestales, así que opto por ello, claro.

Este Foreverland, especialmente la canción que le da nombre ¿puede ser que suene un poco más melancólico que el anterior?

No sé… podría estar decir que estoy de acuerdo contigo, pero luego seguro que un montón de gente me diría que le parece mucho más alegre que el anterior. La verdad es que lo que intento es componer con honestidad, y con cierto sentido del humor, de modo que tal vez lo mejor sea dejaros a vosotros decidir si es más triste o menos que lo anterior. No sé, es cierto que las letras tienen mucho que ver con las relaciones, con los aspectos positivos y negativos de las mismas.

¿Es este el disco en el que cuentas con más instrumentos?

Creo que sí, que este es el disco con más instrumentos, o al menos en el que la orquestación suena más grande (risas). Creo que no es algo que quisiera hacer en general, en realidad lo que hice fue ir canción a canción, viendo que es lo que cada canción necesita, o lo que cada canción merece, no es que quisiera que sonara enorme todo él, hay canciones como Napoleon Complex que sí tienen que sonar grandes, al fin y al cabo hablamos de un tipo que quería gobernar el mundo, pero Foreverland no tiene ningún tipo de arreglo orquestal, no lo necesitaba.

¿Cómo funciona tu método? ¿Te pones con el piano y la guitarra y vas pensando ya en los arreglos necesarios?

Algunas nacen en el piano, algunas en la guitarra, algunas en una caja de ritmos, en serio, la verdad es que comencé a trabajar en el material que forman el disco hace más de tres años y no tenía muy claro qué iba a hacer con ello, muchas sonaban así en plan Human League al principio, pero entonces poco a poco, me fui dando cuenta de que eso no pegaba conmigo, la verdad es que los que pensé fue “bueno suenan fatal y son basura pero tal vez haya algo bueno” y lo que hice fue llevarlas a mi terreno natural, hay muchas canciones que ven la luz a la guitarra y luego cambian al piano, es algo que me gusta hacer, cambiar de instrumento y ver qué pasa al llevarlas a otro contexto.

 

¿Haces los arreglos o cuentas con alguna colaboración?

La verdad es que empiezo a hacer todo los arreglos yo solo, es algo que me encanta hacer y que de hecho me parece lo más divertido de todo el proceso, escribir las líneas de cuerda y seguir poco a poco construyendo la canción desde ahí. También es verdad que conozco a gente muy inteligente con la que puedo contar, pero claro no estoy siempre del todo seguro de que puedan entender lo que quiero hacer, no están dentro de mi cabeza, claro, de modo que hasta que no estoy seguro de que saben lo que quiero, lo que necesito, cuando finalmente recurro a alguno de ellos, como mi amigo que toca el piano y hace arreglos para cine y televisión (Joby Talbot), normalmente lo que hacen es partir del trabajo que yo he hecho, trabajar con las dinámicas y cosas así, aunque en ocasiones van más allá de sus atribuciones, es un método estupendo de trabajar.

Dices que lo que haces es trabajar, o embellecer, lo mundano, tal vez especialmente necesario…

Sí… la verdad es que vivimos un mundo bastante gris, creo que necesitamos deslizarnos de tanto en tanto en otra realidad, en un universo paralelo, aunque la verdad es que también escribo mucho sobre el mundo real, no en este disco tal vez, pero generalmente lo hago, no vivo fuera del mundo real y este me afecta, pero creo que me gusta escribir acerca de la gente, de las relaciones, de las historias que hacen que unos entiendan lo que le pasa a otros, y ya puestos acabar con las guerras (risas).

Bueno, en tu trabajo anterior hay algo de esa crítica social, en The Complete Banker, por ejemplo.

Sí, sí, pero fíjate hay algo curioso en este tipo de canciones o discursos polémicos que tienen que ver con lo social o político, hacen más por quienes lo hacen que contra aquellos que son criticados. Quiero decir, es algo así como “vale ya me siento mejor, ahora puedo bébeme una botella de Vodka”, no creo que tras mi canción la comunidad de banqueros se reunieran asustados “Dios mío, qué vamos a hacer ahora”, o que de repente vean la luz, creo que es mucho más efectivo hablar de la vida real, de lo bueno, de lo malo, y tratar de hacer entender que hay gente más allá de nosotros, que no somos el centro del universo.

Uno escucha How Can You Leave Me On My Own, que parece un poco la At The Indie Disco de este disco, y tiene la sensación de que podrías hacer tres o cuatro más en cada disco, canciones que funcionarían muy bien como single… pero no quieres.

Mmmmm creo que tienes razón, mi problema es que pienso demasiado en la música Pop y muy poco en lo que necesitan las radios, además estoy muy mayor para eso. Soy un hijo de la Era Pop, no puedo evitarlo. A veces desearía no ser así y concentrarme algo más en lo que podría funcionar a otros niveles, pero soy lo que soy.

Es curioso, porque está el ejemplo de The Last Shadow Puppets, que se mueven en un terreno similar al tuyo, y tienen un éxito tremendo, encabezan los festivales y demás, pero bueno vienen de Artic Monkeys y demás ¿qué te parecen?

Bueno, me gusta mucho el sonido, aunque no me convencen del todo sus canciones, creo que escuchan muchísima música que yo escucho (risas).

Hablando del tema festivales y conciertos, hace unos años estuviste por aquí tú solo, con piano y guitarra y en el Bime con banda ¿qué formato traes en esta ocasión?

Estamos girando con básicamente una banda de Rock, aunque tenemos muchos extras, básicamente hacemos bastante ruido y yo me muevo bastante vestido con disfraces muy loco, de Napoleón, por ejemplo, aunque ya sé que en España no le tenéis mucho aprecio, lo llevo por la canción, no es ninguna proclama política (risas)

Bueno, tal y como estamos igual hubiera sido mejor que se hubieran quedado. En todo caso quería preguntarte por las versiones, tú has hecho la mejor que existe de There´s a Light That Will Never Goes Out…

¡Gracias! Sabes, estaba leyendo la biografía de Johnny Marr y de repente dice “entonces fuimos a los Rak Studios…” y aluciné, porque es ahí donde grabamos la versión de esa canción, de hecho la hicimos en el mismo lugar, la misma sala, y ni siquiera lo sabía, no tenía ni idea, que es lo más curioso. Respecto a la versión, eres muy amable, pero está lejos de ser perfecta, lo hicimos en una tarde, ya sabes… lo que pasa es que es una buena canción.

En este caso vuestros arreglos van muy con la letra, que es tremendamente triste, supongo que es lo bueno de hacer versiones.

Sí, sí, eso es lo bueno, efectivamente, pero si no haces bien tu trabajo puede ser un desastre terrible, en este caso lo que hicimos fue eso, tocarla muy baja, muy despacio, triste, pero bueno, creo que tenía unos veinticinco años o así.

Por último, seis años desde el último disco, sé que estás muy liado con otros proyectos y no es necesario hacerse un Woody Allen y sacar un disco al año, pero cada tres o así estaría bien ¿te lleva tanto tiempo por la complejidad del proceso o es que lo tomas con mucha calma?

Bueno, un poco de todo, por un lado es cierto que en este caso he tenido bastantes proyectos además del disco, y también cuando estábamos a la mitad del disco decidimos mudarnos al campo y eso fue una putada (risas) Mudarse ya es una pesadilla, pero mudarse al medio del campo, ni te imaginas, llevó meses de trabajo, horrible… También es cierto que tengo cierta edad y no estoy dispuesto a hacer un disco del que no esté absolutamente convencido, en los viejos tiempos, hubiera pensando en meterlo en el siguiente y ya está, cuando estaba en la cosa de disco-gira, pero ahora no, tengo otras cosas en mi vida y no tengo prisa, prefiero hacerlo bien, hacerlo como debo, como quiero hacerlo.

Texto: Jorge Alonso

Fotos: Raphäel Neal

Artículo publicado en el número 345 de febrero de 2017

Lee más artículos clásicos en: https://www.youtube.com/watch?v=NwzhrdzI8V0

 

 

 

 

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