Es de agradecer que pueda haber continuidad con calidad dentro de un género musical y no recurrir a los clásicos por muy geniales que sean. Estas tres bandas de hard-blues no dejaron indiferentes a nadie. Aunque la parte más dficil se la llevaron Wolfjam que fueron los encargados de abrir puntualmente el evento, pero aunque hubiera gran afluencia de público, el complicado acceso a la sala hizo que muchos estuviéramos accediendo al recinto con el concierto ya empezado y oyendo su sonido crudo y contundente desde la calle.
Comentar que Wolfjam habían editado su larga duración desde el mes de octubre y esta era su primera gira para darse a conocer en nuestro país. En virtuosismo no se les puede comparar con sus dos grupos compañeros de gira, pero hay que decir que lo suplían con una gran espontaneidad y crudeza con un repertorio de temas incendiarios, respaldados con una ecualización inglesa que dejó sordera parcial en las primeras filas.
Laura Cox hizo un recorrido por sus dos discos en un set bien estructurado empezando con los temas más fuertes seguida de una parte más country con dobro incluido para volver a retomar su guitarra eléctrica Gibson. Arropada por una banda de jóvenes músicos que estuvieron a la altura de las circunstancias en todo momento. A diferencia de las dos bandas acompañantes, Cox se mostró como una habilidosa vocalista enfatizando una buena combinación entre su parte instrumental y vocal. En su caso no se trataba de escupir palabras y solos. Eso le hizo cerrar por todo lo alto un pase impecable.
Está claro que la bestia esperada de la noche era Jared James Nichols con una apoteósica entrada en escena ante un público atónito. Fue cumpliendo con las expectativas con creces, esta vez como espectacular power trío. No bajó el climax del concierto en ningún momento y si hizo de la música un auténtico espectáculo.
Aunque cualquier virtuosismo puede sonar frío en su práctica, Jared conoce todos los trucos de escena para desenvolverse con gran destreza como un buen «front guitar man». En momentos recordaba a un híbrido entre Zak Wilde y sobre todo a Ted Nugent de los primeros discos o su etapa del «Gonzo Live!» de mediados 70´s.
No faltó el momento para invitar al escenario al conocido guitarra afincado en Barcelona, Toni Martinez, haciendo un excelente duelo de guitarras sin caer en la reiteracción de la prepotencia.
El guitarrista de East Troy, Wisconsin, llena el escenario tocando y cantando mientras se mueve de una punta a otra y nos alerta sobre el final de su pase con «Mississippi Queen» de Mountain. Pero necesitaba un broche para dar acabado su parte como cabeza de cartel y qué podría ser? Invitar a Laura Cox y hacer arder las cuerdas de ambas guitarras al unísono de «Foxy Lady» de la Jimi Hendrix Experience , siguiéndole una electrificante jam para un perfecto final de concierto.
Desde luego es más que encomiable que una sala con locales de ensayo pueda dar una nueva opción de conciertos a Barcelona cuando todos son contratiempos para gente emprendedora, pero auguro un buen futuro al ver salir a un público satisfecho si mantienen este magnifico nivel de artistas en su programación y no la revisión del limitador de sonido del cual muchos bares y salas padecen ese mal impuesto. Buenos presagios.
Texto: Ladroncomix + Karola
