Rechazar los valores morales y religiosos imperantes como respuesta se viene enfocando de muy diversas formas antes de que Nietzsche fuera Nietzsche. Aitor Etxebarria lo hace tomando la oscuridad como ejercicio de introspección para después añadirle matices, tanto claros como opacos, y bañarse en un haz de tinieblas que pone banda sonora a —este momento de— nuestra existencia. El bizkaino, curtido en el conservatorio y en la música para el audiovisual —el documental, Markak, de Hannot Mintegia, el cual, a su vez, le escuda en este proyecto, fue su última aportación cinematográfica—, se remoja del universo Mute, de Nick Cave y Warren Ellis, por supuesto, pero también de los requiebros de The Pop Group o las ensoñaciones de Barry Adamson. Gran hito el de esta incorporación al sello inglés, del cual forma parte desde que la pareja de Daniel Miller se fijara en él de manera indirecta y convenciera al capo fundador del sello. Nihilism Part 1 es un trabajo cuasi instrumental cuyas trémulas teclas, instrumentos en sordina y susurrante voz se escapan entre las yemas de los dedos y se insertan en el hipotálamo posterior para llevarte al estado de vigilia, donde se está francamente bien. Una cristalización de obsesiones ajenas que hacemos nuestra abrazando la negrura.
ÁLVARO FIERRO