Encuentros

Tigre y diamante, visceralidad sensible

Son tres, Coke Makaha a la batería y la voz, Jon Álvarez a la guitarrra y la voz y Kiko Pérez a los teclados, pero suenan de un modo rotundo, oscuro, sutil y descarnado que, ya veis, resulta un poco tonto definir. Apenas un Epe y un largo brillante “Buena gente” (Family Spree, 2019) además de un largo reguero de conciertos apabullantes, son más que suficientes para que pongas tu aguja sobre sus surcos, y escuches.

 A mí cuando me pidan que os defina no me sale nada que me convenzca ¿a vosotros?

 Jon: Mira tenemos una anécdota muy buena tocando precisamente aquí (Golfo Bar, en Gijón), cuando acabamos se nos acercó un colega y nos dijo “hostia en vuestros conciertos siempre me encuentro punks, mods, peña indie, de todo”…

Coke: Esa gente viene porque hay droga (risas).

Jon: La verdad es que no sabría bien qué decirte, yo creo que estamos más cerca del grunge, o del post grunge…

Coke: yo tampoco sabría definirlo muy bien.

Es curioso porque claro, yo la primera referencia que se me vino a la cabeza fue el Surf (Coke Makaha tocaba en, claro, Los Makahas) pero… no

 Jon: No, no, aquí las olas las justas…

¿Eso de no ser fácilmente etiquetable os ha supuesto un problema a la hora de tocar, por ejemplo, en festivales?

 Jon: Pues lastra, al final nos lastra, porque si un festival tira más al indie pues no acaban de vernos, y si va más al garaje pues tampoco, estamos en tierra de nadie… pero si te digo la verdad creo que es algo de lo que estar orgulloso, porque demuestra que lo que estamos haciendo es algo muy propio, muy nuestro, muy personal…

Coke: A mi las etiquetas nunca me gustaron tampoco, y en el momento en el que te encajan en una parece que te cargan de responsabilidad “es que hacéis garaje” pues si te sales del garaje, o del punk, o de lo que sea, si te sales de ahí pues ya tienes a gente que se enfada… nosotros cogemos todo eso, lo trituramos y sale lo que sale, hay cosas pop, hay cosas más punks… vale que no vamos a poder tocar en un festi que no se mueva, digamos, en el indie o “lo alternativo”, pero tampoco íbamos a pintar nada.

Jon: Y lo dicho, una etiqueta conlleva una responsabilidad y gente que cree que has traicionado esa etiqueta.

Coke: Aunque se quitan fácil, mira las de Primark.

¿Y cómo nace esa criatura híbrida, Tigre y Diamante?

Jon: Bueno, es una historia bastante freaky, yo tenía unos maniquíes en el maletero (risas).

Coke: Y yo me metí con ellos una noche y surgió el amor.

Jon: esto fue gracias a un guitarrista que tenía Coke, que sabía que yo estaba buscando un batería, porque no acababa de encontrar alguien que tocara como a mi me gustaría, y de repente me dijo que porque no llamaba a Coke, y desde el minuto cero funcionamos, ensayamos un par de veces, nos llamaron a tocar, y la verdad es que ni nos hablamos, quiero decir, en el escenario empezamos a hablar más de lo que habíamos hablado en los ensayos.

Coke: Porque no hacía falta, había una conexión muy guay, no hacía falta ni hablar.

Jon: Nada más terminar ya se me acercó y me dijo “lo que quieras tío, si disfrutamos así con este concierto de veinte minutos…” la verdad es que necesitaba alguien que entendiese lo que quería hacer, el primer día que ensayamos le comenté que quitara el charles, que desnudara la batería, que quitara cosas, y normalmente cuando a alguien le dices que quite cosas no le gusta, pero a Coke le pareció bien, de hecho estaba encantado con la idea, lo entendió muy bien, y yo necesitaba alguien que tuviera una sensibilidad especial para escuchar las letras, para analizar las canciones, a ver normalmente piensas “yo soy batería y soy batería, o soy bajista y tiro y con lo mío y ya está”, pero no es el caso, Coke en ese sentido es un tío que no es solo batería.

Coke: Es que tenemos esa cosa prejuiciosa con los baterías, que estamos todos tarados y tal… la verdad es que no soy un batería al uso.

Jon: Cuando haces canciones hay cosas que son muy importantes, y una de ellos es el silencio, otra las intensidades, y Coke es un tipo que lo pilla enseguida, a veces soy yo el que le digo “dale” y él quien me convence de que es mejor que no, que es una parte muy chula de la letra y que hay que escucharla, o que mejor dejar respirar la melodía, por ejemplo, es él quien le mete calma en muchas ocasiones.

Coke: Cuando lo habitual es coger y ponerte darle sin parar y que sea lo que sea, pero eso con lo que nosotros hacemos no puede ser.

Jon: Es que la cultura y el bagaje musical que tiene Coke no lo tiene nadie…

Coke: Me voy a ruborizar.

Jon: No todo es bueno ¿eh? Coke ronca.

Coke: Y tú hijo de puta (risas).

Jon: Yo solo cuando me meto.

Coke: En la cama, cuando te metes en la cama.

Dejadme reconducir un poco, vuestras canciones tienen bastante oscuridad a priori pero también mucha pasión, mucho de aferrarse a la vida, de exprimirla ¿no?

Jon: Y mucha ironía… aunque sí es cierto que hay esa cosa vitalista por un lado y fatalista por el otro. Al fin y al cabo lo que ocurre es que somos personas que saben que a veces lo hacen mal y quieren mejorar.

Coke: Metemos la para porque somos humanos, pero al día siguiente amanecerá de nuevo y podremos intentarlo hacerlo mejor, y lo mismo volvemos a hacerlo mal, pero entonces vendrá otro día y otra oportunidad de hacerlo mejor.

Jon: Mira yo tiendo mucho al a melancolía, y la verdad es que es algo que me parece, no sé, muy bonito, pero ahí de nuevo me ayuda mucho Coke porque es un tío muy vital, muy fuerte

¿Es tan puro el proceso de composición y grabación como parece?

 Jon:  soy de los que piensan que si una canción no te sale ahora (chasquea los dedos), no te va a salir

Coke: Déjala

Jon: Yo cuando estoy tocando en casa, haciendo una canción si paro, aunque luego quiera acabar la letra o retomar el tema, ya es otro momento distinto, si hay un trabajo luego en local a la hora de armar la canción, allí si que contamos los tres, pero nos gusta que sea siempre algo muy visceral, de hecho grabamos en directo, no metemos ninguna pista, bueno, la de voz, pero no cortamos ni pegamos ni añadimos nada

¿Y las dejáis reposar un poco?

Jon: Lo que hacemos básicamente es grabar esas que nos han funcionado, luego unas entran y otras no entran en el disco, se quedan canciones fuera

Coke: Pero no tantas, igual teníamos catorce y pillamos diez, y diez que estaban muy claras

Jon: Y podríamos tener esas treinta, pero realmente antes de darles mil vueltas si sale, sale y si no a otra cosa, entonces cuando llegamos al estudio a grabar llegamos con todo muy claro, este disco queremos que sea así y así, y tal vez esas cuatro que no van podrían haber ido, pero preferimos que vayan solo esas diez.

¿Es una cuestión de coherencia? ¿qué todo en el disco sea coherente?

 Jon: En realidad la cosa es más ¿esto tiene cabida en Tigre y Diamante? Aunque en ocasiones sí que puede tener cabida en Tigre y Diamante pero o este disco, por ejemplo en este Buena gente, empieza muy oscuro y va hacia la luz, lo que tenemos claro es que no metemos de relleno

Coke: Para meter una de relleno preferimos nueve temas en vez de diez

Jon: Hace diez o cinco años había grupos que tenían diez buenas y las metían en dos discos, cinco y cinco, y el resto era canciones que pasaban desapercibidas, pero con diez buenos temas ya tenías dos discos y dos giras, había más pasta, claro.

Vosotros cuidáis muchísimo además el disco como artefacto…

Coke: Yo no me planteo grabar algo y no sacarlo en vinilo, cuando los Makaha hacíamos el rollo de sacarlo en vinilo y meter dentro el cd para quien quisiera escucharlo en el coche o algo así, de regalo, yo soy un activista convencido del vinilo, que además ha ganado y siempre, siempre va a estar ahí.

¿Grabáis en analógico?

Jon: Sí, grabamos con Ángel Kaplan, en analógico y en directo, y si te digo la vedad, nos gusta hasta que vayan fallos, algún acople, lo preferimos antes que repetir y que suene más limpio pero menos nosotros…

Vuestros directos siempre parece que penden de un hilo pero no, infalibles, y además se os ve muy cómodos, muy seguros de lo que estáis haciendo ¿o disimuláis muy bien?

 Jon: Decía Josele (Elle Belga) que es un amor y nos sonorizó en un concierto al que llegamos de doblete que había que echarle muchos huevos para ser nuestro road manager (risas).

Coke: Mucha gente cree que Tigre y Diamante es un descontrol total, y no, no lo es, es un descontrol, controlado.

Jon: Muchas veces llegamos jodidos a tocar, lo que pasa es que yo me subo con Coke y estoy tan seguro y tan cómodo con lo que hago y con quien lo hago que no puedo más que disfrutarlo.

Coke: Al final siempre sale adelante y siempre sale bien.

Jo: Si una medalla nos podemos poner es el directo, lo que hacemos te puede gustar más o menos pero el directo…

Coke:… no hay trucos.

¿No lanzáis nada ni lleváis el 70% de lo que suena ya grabado? Se lleva bastante ahora

Jon: Lo intentamos.

Coke: ¡Es verdad! Lo intentamos una vez.

Jon: Nos faltaba el teclista y decidimos probar a meter el sinte en la prueba de sonido, un desastre, a los diez segundos lo quitamos, no había quien lo siguiera… estaba cuadradísimo pero no éramos capaces a seguirlo.

Me habéis pasado una canción muy chula por whastapp…

Jon: Sí la idea es grabarla, y sacarla para no estar tanto tiempo sin tener nada nuevo, la grabaremos, la sacaremos así a modo de sencillo y luego ya el año que viene nos pondremos a grabar el disco.

 

Texto: Jorge Alonso

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Contacto: jorge@ruta66.es
Suscripciones: suscripciones@ruta66.es
Consulta el apartado tienda