El proyecto germano es indudablemente toda una institución no solo de la música electrónica sino del space-rock y el progresivo. Fecha única para disfrutar de los viajes astrales que hicieron levitar a toda una generación durante los años setenta. El 9 de noviembre en Rock City, Valencia. Se escucharán sus mejores pasajes clásicos y su orgánico presente. Hablamos con ellos.
Tangerine Dream son nombre fundamental en la Escuela de Berlín, pioneros en el uso de secuenciadores y artífices de un sonido tan propio como universal. Tras el fallecimiento de su fundador Edgar Froese, en 2015 el grupo siguió adelante con la última formación en activo compuesta por Thorsten Quaeschning, Hoshiko Yamane y Ulrich Schnauss. El primero habló con nosotros —junto a Bianca Froese, viuda de Edgar y manager de la banda— en la entrevista que sigue.
Dos años ya desde el lanzamiento de Quantum Gate, ¿cuándo podremos escuchar un nuevo álbum en estudio?
Thorsten: Ya estamos trabajando en nuevo material para un nuevo álbum. Probablemente se lanzará en 2020.
Desde 2017 habéis ido publicando una serie de conciertos bajo el epígrafe The Sessions. Aunque puedan parecer improvisaciones puras, preferís usar el término “composición en tiempo real”. ¿Cuál es la diferencia entre ambos conceptos?
T: Las sesiones son composiciones en tiempo real con una pequeña parte de improvisación. No me gusta el término improvisaciones porque la idea de improvisación a menudo te lleva a una rememoración de la memoria muscular adquirida al practicar escalas. Se trata más de reaccionar a una clave o acorde de dron. La composición en tiempo real implica activamente la creación de acordes, melodías y estructuras.
In Search of Hades: The Virgin Recordings 1973-1979 es un verdadero regalo para los fans. ¿Cómo se seleccionó todo el material incluido?
Bianca: Como Virgin posee los derechos de una gran cantidad de material de los años setenta, tuvieron la idea de lanzar un extenso box-set de esos pioneros trabajos del grupo en ese período, incluido un libro muy bonito con muchas fotos y textos sobre la banda. Originalmente querían lanzar la caja ya en 2017, por el cincuenta aniversario de Tangerine Dream
¿Cómo se involucró Steven Wilson en las nuevas mezclas?
B: Lo sugirió un sello británico que trabajó en estrecha colaboración con Virgin. Steven es un verdadero fan de Tangerine Dream, por lo que fue un honor tanto para él como para nosotros que hiciera nuevas mezclas de Phaedra, Ricochet y Oedipus Tyrannus.
Hablando de Oedipus Tyrannus, el famoso “álbum perdido” grabado en julio de 1974, ¿por qué decidisteis lanzarlo oficialmente?
B: Virgin lo encontró todo en sus archivos y solo era cuestión de tiempo cuando lo publicarían. Por cierto, Richard Branson, el fundador de Virgin, descubrió Tangerine Dream a través del programa de radio de la BBC del famoso presentador John Peel y los firmó para su sello en 1974.
Hace algunos años, Edgar volvió a grabar algunos álbumes clásicos como Phaedra 2005, Tangram 2008 o Hyperborea 2008. ¿Alguna vez habéis pensado, desde su muerte, hacer algo similar con otros títulos?
T: Sí, estamos planeando una colección de nuevos ‘’remakes’’ en estudio que ya hemos estado tocando en directo en los últimos años, y que incluiría temas como «Horizon», «Tangram», «Yellowstone Park», «Stratosfear», «The Claymore Mine/Stalking» y otros.
Tangerine Dream ha compuesto muchas bandas sonoras e incluso tú, Thorsten, fuera de la banda has trabajado para el cine, como en la película Cargo. Si pudieras elegir, ¿para qué filmes del nuevo milenio te hubiera gustado componer la música?
T: Esa es una buena pregunta. El mejor de los escenarios sería componer para una buena película a estrenar, pero si tuviera que elegir uno o dos filmes de este milenio probablemente serían Låt Den Rätte Komma In (Déjame Entrar, 2008) una de las películas más oscuras de la historia. Me encanta el noir escandinavo. Y otra película podría ser Winter’s Bone, con esa intensa atmósfera claustrofóbica.
Grabaciones de estudio, música para películas, series de televisión o incluso videojuegos. ¿Cómo cambia el enfoque musical cuando os enfrentáis a proyectos diferentes entre sí?
T: En todos los casos, la idea principal es servir a la música o, en películas, a la función de la música. Los álbumes de estudio son el escenario más lujoso porque puedes grabar tantas tomas como necesites o desees en un entorno muy controlado. La música para películas o televisión debe cumplir con muchos y distintos niveles. Puedes reflejar la atmósfera por un lado, y luego golpear en algunos cortes. Puedes trabajar en movimientos contrapuestos, como el sonido de un terremoto cuando una hoja cae de un árbol o alguien actúa muy sutilmente. La música para videojuegos, por su parte, tiene reglas diferentes porque el tiempo que una persona necesita para tener éxito en una misión puede variar mucho, y ello hace que los temas, motivos y melodías que han de “dar en el clavo” estén mayormente fuera de lugar.
https://www.youtube.com/watch?v=XzUgcxiyP9U
Las interrelaciones entre creatividad y tecnología siempre han sido un tema fuertemente vinculado a la banda. A día de hoy, ¿qué creéis que tienen que ofrecerse ambos aspectos el uno al otro?
T: La tecnología acelera el proceso de componer y producir música. También la capacidad de memoria eidética durante la mezcla, y empezar una pista distinta o volver a aquella en la que trabajaste la semana anterior es una de las mejoras más importantes desde los años noventa. La tecnología consiste en ampliar las posibilidades, construir un puente y maximizar tu capacidad de transponer la música que hay en tu cabeza, a la realidad. Las máquinas son mucho más precisas que los humanos pero, por otro lado, es fácil minimizar tu propio estilo mediante el uso de algoritmos informáticos como los editores de cuantización y velocidad; uno debe resistirse a la tentación de buscar la perfección por encima del sentimiento y la interpretación, siempre que sea posible.
Después de que Edgar falleciera, ¿en qué situación os encontrasteis como músicos y como miembros de Tangerine Dream?
T: En 2003 me pidieron que fuera al estudio de Edgar en Viena. Tras trabajar dos años allí y salir de gira se me pidió que me uniera a la banda para los nuevos álbumes y conciertos a partir de 2005. El primer álbum que compuse fue Jeanne D’Arc, junto con Edgar y Jerome Froese. En 2011, Edgar me dio el papel de “director musical”. Pasamos diez años juntos en sus estudios de Viena y Berlín. Incluso estuve viviendo en su casa en Viena. Por suerte fue una cuestión de confianza y compatibilidad musical. Edgar hizo planes para todas las situaciones posibles, por lo que nunca fue nuestra o mi decisión el continuar con Tangerine Dream; para mí fue como otra misión, orden o tarea dictada por Edgar.
B: Tras la triste muerte de mi esposo entré en este enorme legado tan repentina e inmediatamente que me pareció natural preguntarle a la banda si continuarían sin él. Como Edgar tenía esa visión musical de los llamados Años Cuánticos en 2014, pues estaba muy interesado en la física y la filosofía cuánticas y quería traducir ese emocionante conocimiento científico en música, y ya había empezado este nuevo proyecto en Melbourne a finales de 2014, con la formación actual, sentí que tenía que continuar.
Tenéis una discografía casi inabarcable. Para terminar, e imaginando a alguien virgen sobre vuestro sonido, ¿qué cinco álbumes le recomendaríais para empezar?
T: Creo que una buena idea sería escuchar Zeit, Phaedra, Exit, Underwater Sunlight y Quantum Gate.
B: Elegiría un álbum de cada década: Phaedra, Hyperborea, Tyranny of Beauty, Summer of Nagasaki, Quantum Gate. Pero, sinceramente, es una elección muy difícil, al menos tres álbumes de cada década reflejarían mucho mejor la idea, la complejidad y el espíritu de Tangerine Dream.
Texto: Eloy Pérez
