Encuentros

Virginia Maestro, encontrando el camino

Virgina Maestro se reinventa para encontrarse a sí misma. Y lo hace de la mejor manera posible, a través de la música y un viaje a Nashville. Allí, junto a Colin Linden, ha grabado su excelente Del Sur. Un disco enraizado en la música americana en el que se desnuda y se muestra, por fin, tal como es. Sin miedos, o mejor dicho, con ellos, pero esta vez sin que estos la silencien. Canciones grabadas en directo en un disco con el que ha encontrado su verdadera voz.

¿Por qué decidiste grabar el disco a Nashville y con Colin Linden? ¿Qué buscabas con este viaje sonoro y físico?

Nashville para mí es un renacer en todos los sentidos. Comencé a ver la serie Nashville y en el primer capítulo descubrí un lugar que me pareció muy especial llamado The Blue Bird Café. Me prometí en secreto que iría a tocar allí, y emprender ese sueño fue lo que me dio el impulso que necesitaba en mi carrera (y en mi vida) en aquel momento. Una cosa llevó a la otra; no sólo quise tocar allí, también quería grabar allí. En Nashville me sentí libre y liberada para hacer música, para mostrarme y para no juzgarme. Nadie me conocía y sentía que a cada paso que daba cualquier cosa podía pasar, era emocionante el mero hecho de estar allí. Descubrí a Colin como productor de Lindi Ortega, a quien escucho con cierta asiduidad. Investigué su carrera y me encantó descubrir a los artistas con los que había trabajado, así como sus propios proyectos. Coincidió también que era el director musical de la serie Nashville. Estaba segura de que con él llegaría a un lugar diferente, libre y nuevo.

¿Qué ha aportado Colin a tu música? ¿Crees que ha cambiado tu forma de relacionarte con la música a la hora de enfrentarte a una grabación?

Colin ha mostrado tanto respeto y admiración hacia mi música desde el comienzo que inevitablemente me he enfrentado a esta grabación de una forma distinta, en el mejor de los sentidos. Las canciones de Del Sur están vestidas de sencillez y cercanía. Desde el principio él insistió en respetar la maqueta fielmente, su visión del álbum ha alimentado la confianza en mis canciones y en definitiva en mí. Son muchos los detalles que me han llevado a estar sorprendentemente relajada durante toda la grabación. Por supuesto mi nivel de exigencia estaba por las nubes, y al mismo tiempo me sentía segura de mí misma.

Linden no solo ha producido el disco sino que también toca la guitarra, mandolina y dobro. Han colaborado en el disco John Dymond, Fred Eltringham, Jim Hoke y Fats Kaplin. Músicos que han tocado con lo mejor de la música de raíz americana. ¿Cómo ha sido la experiencia de grabar con ellos? ¿Impone grabar con gente que ha trabajado con Bob Dylan, Lucinda Williams, Rosanne Cash y un largo etcétera?

A priori sí me imponía pensar con quien estaba a punto de grabar mi quinto álbum, pero lo cierto es que cuando entré al estudió toda la presión se disipó. Se creó una energía muy relajada. Todos estábamos contentos e ilusionados, juntos hicimos que pareciera fácil algo muy complejo. Escogió a los músicos adecuados, no sólo por cómo tocaban sino por su calidad humana. Colin me dijo en una ocasión que le recordaba a Rosanne Cash cantando, que su honestidad y la forma en que ella se muestra cantando la relacionaba conmigo. De veras me sentí libre para mostrarme, él es muy generoso.

Tengo entendido que este disco ha sido grabado totalmente en directo. ¿Qué te ha aportado grabar las canciones de esta forma tan natural como son interpretadas en directo?

Nunca había grabado de esta forma. La diferencia para mí es que me reconozco al cien por cien. En todo, desde las letras hasta en mi forma de cantar. Es la única fórmula en la que consigo relajarme del todo, cuando es natural. Cuando puedo ser brutalmente honesta y disfrutar. Grabar así me ha aportado confianza y seguridad como cantante y música. He encontrado la versión de mí que andaba buscando y que durante mucho tiempo di por perdida. Creo también que grabar así provoca una sensación de frescura en el disco muy especial. Las canciones están vivas, son libres.

Ha llovido mucho desde que ganaste Operación triunfo en 2008. ¿Cómo crees que ha evolucionado tu sonido y cómo ves a aquella Virginia Maestro comparándola con la de ahora?

La experiencia del programa me ha obligado a aprender muchas lecciones que no esperaba. Me fortaleció y me brindó oportunidades increíbles. Pero también me perdí, musicalmente me perdí del todo. Desde entonces lo que he hecho ha sido tratar de encontrarme, recuperar mi identidad, confianza y en definitiva mi camino. Pero es cierto también que de no ser por aquello no sería quién soy hoy en día, incluyendo mi Nashville y lo mucho que valoro lo que tengo ahora. Lo asumo como un hecho que cambió mi vida del que por fin puedo hablar sin miedo y pudor. Más de diez años después. Y lo hago llena de alegría la verdad, he vivido intensamente y he tenido el privilegio de aprender lecciones únicas gracias a experiencias literalmente extraordinarias.

Texto: Anabel Vélez

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