En su tercer álbum, Johnny Moped regresa de nuevo con el clásico sonido punk del Londres de los setenta. Las guitarras, densas y distorsionadas, dirigen las canciones mientras que Johnny masculla las letras con una actitud peligrosa. Los mejores momentos del disco vienen cuando se alejan un poco de lo previsible. El sencillo, «Living in a Dream World», tiene un estilo más pop-punk, con estribillos muy pegajosos y llenos de esperanza. «Little Shop», cuya letra no es más que una lista de la compra recitada, se convierte en una pulla irónica y graciosa al rock progresivo, tradicionalmente rechazado por la escena punk. «Devoid of Emotion» es una crítica afilada a la que pronto será la ex primera ministra británica, Teresa May, y su pasividad ante todos los problemas que actualmente asolan al país. Es una verdadera protesta punk moderna contra el estado actual del Reino Unido. El disco no se da aires de nada ni resulta pretencioso. Es exactamente lo que hemos llegado a esperar de Johnny Moped, y exactamente lo que recibimos. Pura actitud punk de uno de los grupos originales de la escena. No van a cambiar el mundo, pero ¿a quién le importa? ¡Que siempre sea 1978 en el mundo de Johnny Moped!
NATHAN WHITTLE