Unos rejuvenecidos Gang Of Four interpretarán el álbum debut «Entertainment», arquetipo pospunk donde los haya, en el Get Mad! Festival que se celebra los días 13 y 14 de septiembre en la sala Ocho y medio (sala BUT) de Madrid. Aprovechamos para hablar con su líder Andy Gill que nos pone al corriente de sus hazañas allá por el año 1976 como su retorno con el nuevo disco «Happy Now». Comprobar detalles de Get Mad! al final de la entrevista.
Desde aquel lejano debut en 1978 con el EP Damaged Goods —cóctel lacerante a base de afterpunk, Dr. Feelgood, inconformismo social y paisajes opresivos de un norte de Inglaterra en plena reconversión industrial— pocos grupos han resistido el paso del tiempo con tanta coherencia y dignidad, a lo largo y ancho de una discografía que los ha emparentado tanto con el punk, especialmente en sus inicios, como con sonidos más funk o soul, evocadores y electrónicos. Para repasar una trayectoria tan fructífera, responde por escrito a nuestras preguntas Andy Gill, único miembro superviviente de la formación original, que cuenta además con un impresionante expediente como productor de grupos del calibre de Red Hot Chili Peppers, Stranglers o Killing Joke.
¿Cómo era Leeds en 1976, cuando se formó la banda?
Estaba, como tantas otras ciudades del norte, en franca decadencia. Había mucho barrio marginal, donde solían vivir los estudiantes. También había una atmósfera bastante violenta. En mayor medida que en otras ciudades, en Leeds tenían mucha fuerza organizaciones de extrema derecha como el National Front o el British Movement. Eran habituales los enfrentamientos entre estudiantes y ese tipo de organizaciones. Y para acabar de completar la postal, estaba el Yorkshire Ripper, un psicópata, asesino de mujeres en serie. Así que había bastante paranoia a la que se ponía el sol.
Había un elemento de seriedad e intensidad en vuestra música, proyectabais una imagen de radicalidad, de cero concesiones, casi de enfado, como si estuvierais enfrentados con el mundo entero. Daba la sensación de que dejabais muy poco margen al humor, en ese sentido parecíais alineados con otras bandas, oscuras e intensas, como Joy Division… ¿Era intencionado?
Suscribo lo que dices en cuanto a la ausencia de concesiones, a nuestro compromiso con nuestra forma de ver las cosas… pero no acabo de ver ese elemento de enfado, y de hecho creo que sí había mucho humor en las canciones de Gang Of Four, especialmente en las letras. Aunque es verdad que todo se hacía a cara de perro, yo personalmente prohibí terminantemente que nadie sonriera sobre el escenario. Con el paso del tiempo, el humor se hizo cada vez más evidente, en canciones como «He’d Send in the Army», siempre que la tocábamos en directo destruíamos un microondas; o en «Cheeseburger», cuyo solo de guitarra interpretaba con una lata de cerveza abierta por la base, con lo que todo acababa lleno de cerveza, aquello provocaba bastantes risas; o en «I Love a Man in Uniform», que es una sucesión de chistes y dobles sentidos sobre el machismo imperante en el ejército y el atractivo sexual de los uniformes, lo que explica que tuviera tanto éxito en los clubs gays.
¿Tenía esa intensidad algo que ver con el clima que os rodeaba? Me consta que el final de los setenta fue duro en Gran Bretaña, tal vez Leeds fuera especialmente duro para jóvenes sensibles e inteligentes e inconformistas como vosotros…
Es verdad que soy muy sensible, y tienes razón, existe un paralelismo entre el ambiente de Leeds en aquellos años y la música que hacíamos, pero me cuesta mucho ser más preciso y explicar de qué forma, pero creo que la conexión está ahí.
En vuestros inicios, ¿había alguna banda británica o americana con la que os identificaseis especialmente?
No en particular, aunque tal vez nos gustaba más lo que hacían algunas bandas americanas… Casi todas las bandas que más me gustaban en mi adolescencia eran americanas: artistas de la Motown o de Stax, Jimi Hendrix, Velvet Underground, Bob Dylan, The Band… aunque también debería mencionar a Dr. Feelgood, que en mi caso fue una influencia enorme. Aquel sonido mecánico, súper bien comprimido y engrasado, ese sonido tan directo, la comunión con el público, y esa forma tan fantástica de tocar la guitarra rítmica.
Vuestro primer elepé, Entertainment! (1979), fue publicado por EMI. ¿Cómo fue el tránsito desde el sello independiente Fast Product a una multinacional tan potente?
Esta mañana me estaba entrevistando un periodista de Mojo, estábamos comentando el caso de las Raincoats, que este año celebran el cuarenta aniversario de su primer disco, y también salió el tema de los sellos independientes, en contraposición a las multinacionales… Y aunque pueda sorprender a mucha gente, en mi experiencia como productor o líder de un grupo, las grandes compañías te dan mucha libertad, son los sellos independientes los que suelen darte más pautas en el estudio, y decirte cosas como “no cambies eso, es lo que más nos gusta de la canción”. EMI nunca se inmiscuyó en el proceso de grabación de nuestros discos, ni influyó en ninguna decisión artística. Chris Briggs, el famoso director de A&R de EMI en aquella época, se pasaba por el estudio de vez en cuando, nos invitaba a una copa y nos contaba anécdotas. No recuerdo que nos hiciera jamás ningún comentario o sugerencia sobre lo que estábamos haciendo. No obstante, es verdad que sorprendió mucho que firmáramos con EMI y no con Rough Trade, por ejemplo, que era lo que mucha gente pensaba que haríamos.
Siempre habéis contado con el apoyo de la crítica especializada. John Peel, por ejemplo, os ayudó mucho. Sin embargo, ese aval nunca se tradujo en un gran éxito comercial. ¿Habríais preferido no contar con el respeto crítico a cambio de acceder a un público más amplio?
Los discos de Gang Of Four han sido muy diferentes a lo largo de los años, y es cierto que han sido bastante bien acogidos por parte de la prensa, pero cuando salió Entertainment! las críticas fueron dispares. En general siempre he sido partidario de hacer en cada momento lo que nos ha parecido mejor, aunque eso implicara tener un menor eco comercial. Es lo que ocurrió cuando teníamos que actuar en Top of the Pops, me negué a buscar un sustituto para la palabra ‘’condones’’, y acabamos no participando en el programa.
Songs of the Free (1982), significó un cambio importante en vuestro sonido, las guitarras dieron paso a unas canciones más épicas y tecno.
Eso ilustra lo que te comentaba: las bandas con mayor aceptación comercial tienden a mantenerse fieles a un único sonido, mientras que a mí siempre me interesó hacer cosas distintas en cada momento. Incluso hoy en día, cuando presento un nuevo disco, hay quien se lamenta de que no suene como Entertainment!, pero yo me niego a seguir replicando ese disco, ¿qué sentido tendría?
El disco que lanzasteis en 1991, Mall, tuvo poco éxito, y sin embargo tiene grandes temas, en los que te reivindicas como guitarrista. «Colour from the Tube», con esos solos gloriosos, es una canción que el mismísimo Prince habría firmado orgulloso…
Yo también creo que Mall tenía grandes temas, sonaba y sigue sonando fantástico. Y aunque sea poco modesto por mi parte, creo que estaba muy bien producido. También creo que fue un error incluir aquella versión de Bob Marley, «Soul Rebel».
Shrinkwrapped (1995) pareció marcar un regreso a vuestras raíces, volvía a sonar más afterpunk, más rock.
Shrinkwrapped es uno de mis discos favoritos. Básicamente es un disco de guitarras, aunque también usamos algunos samplers. El nivel compositivo también era muy elevado.
¿Qué puedes actuar de los miembros actuales de Gang Of Four?
Thomas McNeice ha estado en el grupo unos once años, así que es el bajista más longevo que hemos tenido. Es un gran tipo y un excelente amigo, además de tener una gran presencia escénica y una gran potencia como bajista. John Gaoler Sterry es, lógicamente, el miembro que más interés suscita, como cantante tiene un protagonismo especial, y me encanta su voz. También creo que tiene un gran carisma y dominio escénico. Para él todo es muy fácil y natural. También nos llevamos muy bien, su forma de ser ha encajado perfectamente con la del grupo. Hace años nos peleábamos mucho, afortunadamente eso no ocurre ahora, y es un gran alivio. Y no es que todos hagan las cosas como yo ordeno, para nada. Todos tienen las ideas muy claras, y hablamos mucho sobre cómo queremos hacer las cosas, especialmente en directo, y al final todas las decisiones se toman de forma consensuada.
¿Has cambiado mucho a lo largo de los años como músico?
La verdad es que no mucho, con el tiempo he aprendido un montón sobre técnicas de grabación, hace décadas que tengo mi propio estudio en casa, me paso muchas horas trabajando allí, también hago trabajos en otros estudios, y a partir de toda la experiencia adicional que he acumulado produciendo a otros grupos puedo decir que me siento como en casa en cualquier estudio de grabación. Y en cuanto a los conciertos, de veras que no he notado ninguna diferencia, sigo sintiendo lo mismo cada vez que me subo a un escenario para tocar.
David Fricke escribió en Rolling Stone que Gang Of Four fue ‘’probablemente la mejor banda de rock’n’roll con un espíritu o compromiso político’’. Tal vez hoy en día haya pocos grupos en Gran Bretaña tan críticos con la situación política o social como Sleaford Mods. ¿Qué opinión te merecen?
Me gustan mucho. Es gracioso que los menciones, hacía algún tiempo que no pensaba en ellos… En realidad no tengo tan claro que la política nos haya importado tanto… siempre digo que nunca fue nuestra intención decirle a la gente qué pensar… nuestras canciones siempre han consistido en descripciones o comentarios sobre el mundo que nos rodea.
¿Qué opinas sobre el Brexit?
La situación política en Gran Bretaña se ha deteriorado mucho. Los miembros del Partido Laborista no quieren el Brexit, pero Jeremy Corbyn sí está a favor, aunque no lo admite públicamente. Y los Tories se han vuelto todavía más locos de lo habitual, con la elección de un nuevo líder, en la que cada candidato trata de parecer más fascista que los demás.
Texto: Alex Fernández de Castro
