Séptimo disco de Tim Showalter, probablemente su mejor trabajo hasta la fecha. Tim se ha rodeado prácticamente de todos los músicos de My Morning Jacket así como de otro colaborador de lujo como es Jason Isbell. En todo los cortes del álbum Tim reflexiona sobre su persona, sobre el negocio que en el corte inicial, «Weird Ways», no reconoce como propio. Quizás por ello, este trabajo está rebozado de una pátina ochentera bajo una producción exquisita. Se hace complicado cuando se reseña un álbum no citar a artistas para evitar que el lector pase a la siguiente reseña solo con ver determinados nombres, pero en el cancionero de «Eraserland» hay rastros de Springsteen, Bowie, Stones, incluso si me apuran de los Cure e incluso Petty… sigan leyendo por favor… En el estupendo «Hyperspace Blues» el combo arranca con un ritmo sincopado y unos teclados por los que Robert Smith mataría. «Keys» nos recuerda, y mucho, al «Via Chicago» de Wilco. Tim se pone magníficamente melancólico. En «Visions» podríamos pensar perfectamente que quien canta es Jim James, al igual que ocurre con la estupendísima «Ruby». «Final Fires» es una tonada pop muy al estilo Ryan Adams. El experimento de «Moon Landing» funciona: metan el fraseo de Dylan con los Stones más horteras del Undercover y ahí tienen el resultón tema. «Wild and Willing» es un corte prácticamente acústico que nos recuerda a Joshua Tree. El álbum va terminando con la catarsis de «Eraserland», en la que Tim nos recomienda no leer las noticias. Finalmente, «Forever Chords» me resulta excesivo en el minutaje y quizás sus atmósferas lo menos interesante de un excelente álbum.
JORDI SÁNCHEZ
