¡Vaya colocón, paisa! Desde que escuché The Sciences vivo incrustado en el sofá, aferrado a una cachimba mecánica, con los altavoces pegados a las orejas con Loctite y hablando con pterodáctilos verdes que tienen la voz de Fernando Fernán Gómez. El mostrenco sonoro que me ha dejado hecho un cromo jipioso se publicó el Día Mundial de la Marihuana (tu clave es 20/4) del 2018. En sus surcos, Sleep vuelven a fundir los cimientos del metal para enrollárselos en un macro porro y mezclarlos con un brutalismo cannábico que solo aparece en el sistema solar cuando a Al Cisneros y a Matt Pike se les pone en sus glandes decibélicos. Perfecto en su dopada concepción, The Sciences es un monumento termonuclear a los principios por los que siempre se han regido estos cachalotes del riff: un trío de iluminados que consigue con esta gesta superar cualquiera de las proezas que su cancionero acumulaba hasta este excelso regreso. Denso como el alquitrán caliente, inabarcable, casi asfixiante… estos surcos esconden las rutas de un viaje atómico en el que hay que calzarse la escafandra hasta el corbatín, pegar una calada faraónica y encomendarse al Santo Niño del Tetrahidrocannabinol para no estamparse contra la estratosfera.
RAFA SUÑÉN