Si decimos que Andrew Hendryx es mandolinista, alguno puede tener la tendencia a no tomarse del todo en serio el tema. Pero si remarcamos que estamos ante uno de los grandes de ese instrumento que ha colaborado con gente como John Oates, Phish, Ollabelle, Caitlin Cary o Jim Lauderdale, o que es uno de los fundadores de Yarn, igual la cosa cambia. Vive en una granja de Pennsylvania, enseña mandolina para Vintage Guitar, aparece en los discos de quien se pone en contacto con él y, además, acaba de publicar su primer trabajo en solitario, Deep River.
Tu instrumento ¿es una desventaja cuando se trata de ser titular de un proyecto en solitario?
Creo que la mandolina es un gran instrumento. Mucha gente la considera una excelente alternativa a la guitarra. Tiene su propio sonido distintivo, que además es muy hermoso. A lo largo de los años he tocado con ella rock, jazz e incluso en algunos proyectos de hip hop.
Vaya, pues sí que has hecho de todo, sí.
Es que no me preocupan las etiquetas, lo importante es llegar a la gente. Empecé a tocar encima de discos de The Band, Elton John o Led Zeppelin. Fui a la universidad en Carolina del Norte y me empapé de la música tradicional de los Apalaches, mientras pasaba los veranos en Nueva York aprendiendo jazz. Toda la música tradicional es muy bonita.
De hecho, te acabaste mudando a Nueva York.
Sí, porque es un crisol para los músicos. Me encantaba tocar con un grupo de vanguardia una noche y a la siguiente hacer indie rock. Vivía a pocas manzanas del CBGB y tocaba semanalmente allí. El público era increíble. No les importaba si estaba tocando la mandolina con una botella o un raga indio mientras la música tuviera energía. Me permitió hacerme con un público muy diverso al que no le importaba romper con las tradiciones y experimentar.
Y luego fundas Yarn ¿cómo fueron tus años en la banda?
Fue muy divertido. Tocaba básicamente música instrumental antes de empezar Yarn, pero conecté con las letras de Blake rápidamente. Ambos estábamos chiflados entonces por la música country y el americana. En particular oíamos mucho a Gram Parsons, Uncle Tupelo y Willie Nelson, algo que marcó nuestro sonido.
¿Y por qué lo dejaste?
Estuve 10 años con ellos y teníamos muchas giras o conciertos. Quise formar una familia, trabajar como músico de sesión y concentrar mis energías en mi propia música, algo que se ha convertido en Deep River.
En el disco hay muchas colaboraciones ¿cómo surgieron?
Siempre me ha gustado sentarme e improvisar con otras bandas cuando estoy de gira. Eso ha dado lugar a la música más memorable de mi carrera. Esa gente luego ha estado en el disco, porque aquello influyó en mi manera de arreglar las canciones. Tenía el sonido individual de cada uno en mente.
¿Eso es lo que ha motivado tu forma de grabar el disco? Además, tendrías la presión por el hecho de ser considerado uno de los renovadores del instrumento.
Sí, y capturar la energía y el espíritu de una canción, que es algo realmente importante para mí. En términos de influencia, muchas personas me asocian con la mandolina eléctrica. A lo largo de los años he experimentado con toneladas de diferentes mandolinas y afinaciones eléctricas. Mi objetivo era simplemente expresar tantas emociones como fuera posible con la mandolina, incluso si de vez en cuando abucheaban unos pocos puristas musicales. Las posibilidades para el instrumento son ilimitadas. He intentado capturar algo de su rango en Deep River.
Has tocado con gente muy importante como John Oates, Caitlin Cary, Jim Lauderdale … ¿Qué colaboración recuerdas con más afecto y por qué?
He tenido la suerte de tocar con músicos muy influyentes. Trato de mantenerme abierto, y empaparme de las experiencias. Uno de mis recuerdos favoritos es cuando Pete Seeger vino a uno de los primeros conciertos de Yarn y nos invitó a su casa en el río Hudson. Su música y su manera de ver el ecologismo fueron una gran inspiración para mí. Toda aquella tarde fue bastante surrealista.
¿Piensas venir a Europa para presentar el álbum?
Sí. Mi próximo disco está casi terminado y he estado hablando con algunos sellos escandinavos y europeos. Espero conectar con alguien que ame esta música. He pasado mucho tiempo en Europa y volver para mí es una prioridad ¡Ha pasado demasiado tiempo desde que tomé sardinas en El Xampanyet!
Eduardo Izquierdo
