Encuentros

Art School, Jordi Izquierdo o la persistencia de la filosofía mod

Oxford Stones es el inesperado nuevo trabajo del conjunto murciano, colección de canciones con grandes melodías y exquisitos arreglos. Estamos de enhorabuena.

Hace ya un par de años que pensaba en cómo me gustaría tener noticias en forma de directo o simplemente en formato disco de esa banda tan potente y que nos dejó excelentes discos desde 1995 al 2003. Lo suyo era enérgico revival mod y, mira por donde, ahora aparece un nuevo elepé de la mano de Family Spree Recordings. Nuestros sueños se han hecho realidad. Hablamos con Jordi Izquierdo que es quien ahora dirige la nave [lee la versión completa en nuestra web].

¿Desde Eleven Days at T Street (2003) que no sabemos nada de ti? La ultima vez que hablé contigo estabas metidos en temas cinematográficos.

Desde el año 2001, en que gané el festival de cine Notodofilmfest por primera vez junto a la hoy ganadora de un premio Goya, Eva LLorach, me he dedicado al cine. Hicimos varios largometrajes juntos, dirigí junto a Albert Gil de Brighton 64, el videoclip de Sidonie «Sheltering Sun». Fue una etapa bonita. Escribí un libro de cuentos llamado Amor en cuatro estaciones, labor en la que me sentí bastante más cómodo que con el cine, ya que el manejo de equipos de cuarenta o cincuenta personas se hace muy duro a veces. Ahora por fin voy a publicar mi primera novela, que verá la luz en septiembre con Eolas Ediciones. Mi editor es Héctor Escobar, el mítico bajista de los Flechazos. Así que en poco más de un año he trabajado con los dos bajistas de los Flechazos, Paco y Héctor. La verdad que estoy muy contento. Las canciones, por tanto, son todas nuevas. No hay ni una sola nota anterior a mi etapa londinense.

Veo muchas caras conocidas en este disco, músicos de The Gurus, Detectors, Arte Pop, etc. ¿Cómo diste con ellos?

Son amigos de toda la vida. También colaboran Leandro Lopes, Carlos Campoy de Marañones y Ferroblues, Jordi Montero, Pigmy y Pau Monfort, un chavalín de ocho años que ha tocado la flauta y que ha estado a la altura de los mejores.

El sonido es muy diferente a lo que era el trío inicial.

Todas estas canciones se podrían tocar más rápido y serían revival mod puro, porque la fuente de la que bebo al componerlas es la misma de siempre. El problema es que yo quería hacer un disco puramente emocional, que llegara al corazón, y cuanto más rápido tocas más te acercas a lo sensorial y más te alejas de lo emocional. Es difícil decidir el tempo en el que vas a tocar una melodía. Si escuchas «Mrs. Robinson» de Simon & Garfunkel y después la versión de Lemonheads, te transmiten cosas muy distintas. O Booker T. en su brutal versión, o Frank Sinatra… las sensaciones cambian y las emociones también. Para mi este disco es puro revival, puro modernismo, compuesto bajo el influjo de Notting Hill, Hyde Park o Brick Lane y no de los aromas de la huerta limonera, con la óptica del que mira desde lejos algo que le atrae, pero que en realidad no conoce.

Me gustan las guitarras de Paco Vila en «The Rain».

Son guitarras que cuentan cosas, no son meros adornos. En «The Rain» se desgarra armónicamente porque la persona que habla está muy rota, en fase de recomposición. En «The Riverside» la guitarra es como una especie de renacimiento, de revitalización de la canción, en el momento en que el personaje dice que sus emociones se han expandido por todo el mundo gracias al río. Paco es un grandísimo músico que no da puntadas sin hilo.

«Fly» es la mas bailable, entre Weller, Dexys, Stone Foundation, cuéntanos…

Esta es un trabajo soul/jazzístico hecho a base de séptimas mayores muy al estilo del Weller de «My Ever Changing Moods». El Hammond, el wah-wah y las trompetas son lo que la hacen bailable. Habla sobre un avión de papel. Los aviones de papel rara vez se hacen con folios en blanco. Siempre hay algo escrito escondido en su interior. Y me imagino que mientras vuela va propagando su mensaje.

El disco viene firmado como Art School pero todo son temas tuyos, ¿pensaste en editarlo con tu nombre?

 Hace dos años ya salió un EP de cuatro temas, The Bridge over the Railroad Tracks, en el que yo ya era el único miembro de la banda. Viví en Londres una buena temporada y ya te puedes imaginar lo que es vivir allí para un mod. Propuse a mis dos compañeros hacer un disco nuevo por el vigésimo aniversario de Sound Gallery, pues me veía cargadísimo de ideas y de ilusión por hacerlo, pero ambos declinaron participar. Como no se le pueden poner puertas al campo, decidí hacerlo con ayuda de músicos a los que he admirado toda la vida. En ningún momento se me ocurrió sacar el disco bajo otra franquicia. No hubiera sido honesto. Yo he asistido con mucha pena a la disolución de bandas míticas como Los Flechazos, Elephant Band, o a otro nivel The Jam, en las que un líder decidía deshacer una gran banda porque necesitaba sentirse más libre musicalmente. Pero yo no soy Álex, ni Xoel ni mucho menos Paul Weller. Ni siquiera soy un líder. Yo no he deshecho la banda que fundé y en la que he desarrollado la práctica totalidad de mi carrera como compositor para liberarme. Yo he crecido y creceré dentro de ella.

El disco viene firmada por el nombre de la banda pero todo son temas tuyos y estas solo tú de la formación original ¿se te pasó por la cabeza editarlo con tu nombre?

 Realmente esto no es una novedad. Hace dos años, en 2017, ya salió un Extended de 4 temas llamado “The Bridge over the Railroad Tracks” en el que yo ya era el único miembro de la banda. Estuve viviendo en Londres una buena temporada y ya te puedes imaginar lo que es vivir allí para un mod. Propuse a mis compañeros hacer un disco nuevo por el vigésimo aniversario de Sound Gallery, pues me veía cargadísimo de ideas y de ilusión por hacerlo, pero ambos declinaron participar. Como no se le pueden poner puertas al campo, decidí hacer el disco con ayuda de músicos a los que he admirado toda la vida. En ningún momento se me ocurrió sacar el disco bajo otra franquicia. No hubiera sido honesto. Yo he asistido con mucha pena a la disolución de bandas míticas como Los Flechazos, Elephant Band, o a otro nivel The Jam, en las que un líder decidía deshacer una gran banda porque necesitaba sentirse más libre musicalmente. Pero yo no soy Álex, ni Xoel ni mucho menos Paul Weller. Ni siquiera soy un líder. Yo no he deshecho la banda que fundé y en la que he desarrollado la práctica totalidad de mi carrera como compositor para liberarme. Yo he crecido y creceré dentro de ella.

Háblanos de “Did he feel the warm of your Kiss? Me encanta esta canción, la cual no paro de escuchar.

Este tema habla del papel de dios en nuestra vidas. Es un padre nuestro, una oración a un dios que gobierna el mundo con mano de hierro. ¿Cuántas veces será capaz de abandonar a su hijo? ¿Hay un sitio para él entre nosotros? ¿No se siente solo? ¿Por qué juega al escondite con las personas? ¿Por qué nadie nota lo cálido de su beso cuando lo necesita? ¿Por qué exige fe ciega? Mira siempre para otro lado. No se molesta ni siquiera en limpiar la escena del crimen. Tardé mucho en conectar la sucesión de acordes, nunca antes la había usado. Tampoco fue fácil darle ese toque orquestal, pero el tema no podía ser interpretado de una manera simplista. Al final es posible que se merezca la corona de espinas.

“A Shoulder to cry on me recuerda un poco a Van Morrison, con esos arreglos, esas trompetas ¿Cómo lo ves tú?

Es el single del disco. A mí, sinceramente, me encantaría ser digno de saltar lo más alto posible y llegar a rozarle las botas a Van Morrison. Adoro a Morrison desde Them. Algunos de sus discos en solitario me parecen de los mejores de la historia: Moondance es mi favorito. Partiendo de ese torrente melódico quería sonar como una balada de Jet o como Ocean Color Scene cuando sólo quieren que luzca la voz como en “The Circle”. Las trompetas pretenden ser un guiño beatliano. Es All you need is love reordenado en mi cabeza. Al final no sé a qué se parece, pero si recuerdo en qué me inspiraba. No intentes fingir, porque la mentira es un mal abrigo para días lluviosos.

¿Habrá algún directo?

Hay ofertas interesantes para presentar este disco, pero de momento es solo un disco. Son trece canciones hechas con todo lo que tengo dentro. Me he vaciado completamente. El arte, parafraseando a un personaje que escribí hace años en el corto Sonata de la erección perpetua es “una cartera vacía y unas terribles ganas de que la gente me quiera”. Y si sigo haciendo cosas es por eso. Porque no tengo vocación de burgués.

Imagino que estás satisfecho con el resultado, ¿qué esperas de él?

Estoy muy satisfecho. Creo que es un disco de canciones bonitas, un álbum de largo recorrido, de muchas escuchas… Ya sé que es mucho pedir, pero eso es honestamente lo que deseo: que el disco guste a la gente.

Texto: Joan Soriano

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