Había muchas ganas de escuchar lo que podía salir de las sesiones de grabación desde que se lanzaron las primeras noticias de que el vocalista de los andaluces The Milkyway Express andaba enfrascado en la gestación de su debut en solitario. No era para menos, la Milkyway es una de las bandas que más y mejor ha agitado el panorama nacional en los últimos tiempos y Charly se ha significado como un cantante soberbio y un líder de primera. Además de ser un tipo con una vasta cultura musical y, por encima de todo, un enamorado del legado musical de los sesenta y los setenta. Y este primer álbum manifiesta que esas expectativas previas estaban holgadamente fundamentadas. Riverboy es una golosina envuelta en húmeda niebla londinense y salpicada por la escarcha de la campiña británica aunque nazca en las orillas del Guadalquivir. Nombres como The Kinks o Syd Barrett se abren paso desde el sedimento de la influencia norteamericana en once composiciones, escritas en su totalidad por el sevillano, arrulladas entre efluvios lisérgicos y ricas en detalles instrumentales, perfecto el entramado sonoro que trenzan Sleepy James (batería), Tera Bada (guitarra), Alejandro García (bajo) y José Vaquerizo (teclados), que suenan en sus cuerdas vocales tan clásicas como rabiosamente contemporáneas. Desde dulces de folk onírico, «Pati», hasta psicodelia rica en proteínas («Lightning Horse», «The Other Side») pasando por canciones de fina escuela Sixties pop-rock, «Golden Flash of Light», «Rusty Knives», «Damned», este primer paso al frente reclama atención a gritos. Háganme caso.
MANEL CELEIRO