En 2014 un jovencísmo Hamish Anderson abandonaba su Australia natal. Su música poco tenía que ver con la que triunfa en su continente y eso hace que cruce el Pacífico para plantarse en Estados Unidos. Pronto consigue llamar la atención de Gary Clark Jr. y de un B.B. King que lo convierte en telonero de sus últimos conciertos. Rápidamente se pone en manos del productor Jim Scott (Tom Petty, Wilco) para editar su debut, Trouble. Un álbum al que ahora sigue este Out of my Head. Con él demuestra que todos aquellos que le etiquetan como músico de blues se equivocan. Es cierto que todo tiene un deje blues, desde «No Good» hasta «You Give Me Something», pero también que el rock americano de su adorado Tom Petty está presente en piezas como «Breaking Down» o «Damage Goods». Buen paso para un artista llamado a crecer exponencialmente.
Eduardo Izquierdo