John Lilly era guía del museo del Country Music Hall of Fame. Ha sacado unos cuantos discos y ni siquiera Don Discogs se entera de lo que hace. Poco importa. Él sabe que las canciones que escribe son su salvación, la suya y la de sus vecinos. Todos los martes toca delante de ellos en un minúsculo garito de Charleston, West Virginia, con su banda, Blue Yonder. En torno a su repertorio, se derriten las diferencias de una América que necesita volver la vista hacia su riqueza cultural para volver a reconocerse a sí misma. Western-swing, honky-tonk, jazz y muchos litros de country fluyen por la maestría de este trío, reconocida siempre en los márgenes de la fama, bajo la oscuridad de la honestidad y la perseverancia. En Rough and Ready trasladan el cotidiano milagro de sus directos en bares, pizzerías y demás tugurios al estudio de grabación consiguiendo un resultado tan puro que no admite imitación, pese a que sus sonidos estén anclados en la prehistoria más previsible. Todo aquí suena original. Porque la autenticidad no caduca. Solo se esconde y aparece en los sitios más inesperados, como bajo el sombrero de un guía de museo retirado.
RAFA SUÑÉN