No caer rendido ante el fantástico cóctel de rock americano y power pop que factura Doug Collins & The Recepcionists es prácticamente imposible. Good Sad News, su cuarto y autoeditado trabajo, lo traerá además por nuestras tierras en febrero, con paradas en Madrid, Zaragoza, Bilbao y Barcelona. Hablamos con el simpático minesotarra de ello.
Sé que este es tu cuarto disco pero tu nombre no es muy conocido en mi país ¿te presentas en pocas palabras?
¡Oh! (risas). Solo soy un cantante y compositor de un pequeño pueblo que vive en la gran ciudad, y ama cada minuto de la vida.
Reconozco que este cuarto disco tuyo es el primero que llega a mis manos ¿qué has hecho hasta ahora?
Bueno, he estado bastante fuera de la escena porque me dediqué a cuidar a mi hijo. Escribí algunas obras de teatro y alguna cosa independiente, pero volví a la música realmente en 2012.
Como sabes, hemos destacado tu disco entre los mejores del año de la lista de americana ¿cómo te sientes?
Halagado y hasta avergonzado, por decirlo de alguna manera.
Cuando estuve trabajando en esa lista dudé si lo tuyo era rock americano, power pop o incluso pub rock ¿qué opinas?
Todos esos estilos tienen en común la honestidad del country clásico, el gancho de la música pop y los sonidos de guitarra de la British Invasion, así que estoy de acuerdo con formar parte de todos ellos (risas)
Me sorprendió mucho encontrarme con un acordeón, como si fueras una especie de Doug Sahm moderno ¿te interesan esos sonidos fronterizos?
Muchísimo. Sahm, Flaco Jiménez y Los Lobos son una gran influencia para mí.
Cuando me preguntan por tu música digo que es como si Nick Lowe hubiera conocido a Doug Sahm en una fiesta, estando de copas con Paul Collins ¿qué te parece?
Te diría que ¿qué haces rebuscando entre mi colección de discos? (risas).
Ya que hablas de discos, me gustaría que citaras algunos concretos que te han servido de inspiración para Good Sad News.
Vale, Ahí van: Seconds of Pleasure de Rockpile, Beatles for Sale, Someday We’ll Look Back de Merle Haggard, If There Was a Way de Dwight Yoakam, el Greatest Hits de The Judds y un par de cientos más (risas).
Si tuviera que definir el disco con una palabra, creo que diría que es fresco.
Quiero pensar que mi música es algo así como Hank Williams escribiendo letras sobre melodías de los Beatles, así que hay letras tristes sobre sonidos alegres. Se podría decir que eso es fresco, sí.
Háblame de The Recepcionists ¿quién es tu banda ahora?
Está Charlie Varley al bajo y voces, aportando más crudeza rock a mis temas. Y también Billy Dankert, que toca la batería, y canta. Su estilo es muy pop y hace que mis canciones sean más pegadizas de lo que son al principio. Sus voces son magníficas y siempre acabo anonadado y moviendo la cabeza con asombro cuando lo oigo.
Me sorprende que siempre hayas optado por la autoedición. No creo que nadie quiera editar tus discos.
No es eso, es un tema de elección. Yo soy el líder y compositor y he tomado ese camino, aunque confío en la opinión de mi banda y de Rob Genadek, coproductor del disco.
Entonces la razón es que te sientes más cómodo así.
Sí, aunque siempre es bueno tener a alguien a quien recurrir, como Rob.
Cuando me enteré que venías de gira me puse muy contento. Creo que no vas a defraudar a la gente pero ¿qué ofrecerás?
Gracias. Lo cierto es que van a ver unos shows cargados de energía y canciones pegadizas.
La formación será batería, guitarra y voces ¿no es así?
Sí, Rob Genadek viene conmigo, en lugar de Billy Dankert. Siempre es genial tocar también con él y el sonido que conseguimos me deja muy satisfecho.
Eduardo Izquierdo