Encuentros

Javier Sólo, Canciones de ida y vuelta

Si la música no se comparte, no puede llegar a ningún sitio y compartir es el propósito de Javier Sólo, músico que ha compaginado su carrera artística desde Terrassa hasta Lleida y que ahora presenta su nuevo trabajo, Mejor Sólo y Bien Acompañado, que acaba de lanzar y en el que cuenta con la abrumadora cifra de 43 colaboraciones. Entre ellas, Lichis, Mike Florensa, Miki Santamaría, Litus y otros artistas catalanes como Daniel Higiénico.

Javier Sólo viene desde Terrasa pero, ¿hasta donde intenta llegar?

Bueno, hay que empezar diciendo que la música se comparte. Eso de tener una meta, te limita: uno se marca objetivos y lo que hemos marcado con este disco es que llegue a cuanta más gente, mejor; que disfruten escuchándolo igual que nosotros hemos disfrutado haciéndolo.

El pasado 23 de noviembre lanzaste tu nuevo trabajo en solitario. Al ver la lista de colaboradores, la pregunta que uno se hace es cómo se consigue contar con 43 colaboraciones para un proyecto

La verdad es que no lo esperaba. Yo tocaba con un grupo, Imprudentes, con quienes sacamos un disco y ya había sacado otro como Javier Sólo… Las ideas de futuro con Imprudentes estaban sobre la mesa, pero ponerse cinco personas de acuerdo es difícil, porque cada uno tiene sus compromisos, unos tocaban con otras bandas, y eso es lo que les dá de comer. Embarcarse en un proyecto con temas propios cuesta. Nos dimos un tiempo con Imprudentes y ahí fue cuando empecé a dar vueltas a sacar este proyecto en solitario.

Pensé en llamar a gente para que me echara una mano para grabarlo, para sacarlo adelante y la respuesta fue tan positiva que la cosa fue aumentando, proponíamos cosas, etc. Al final la lista de colaboradores se ha quedado en 43, pero ha habido artistas que no han podido colaborar finalmente, porque no daban las fechas.

Lichis, Miki Santamaría, Litus, Daniel Higiénico, Miki Florensa… la lista de colaboraciones está muy conseguida…

Han participado desinteresadamente, nadie me ha puesto ningún tipo de condición; al contrario, nosotros (con Josep Roig, de Temps Records y Marc Amoròs, que somos los que nos hemos embarcado en este disco) queremos agradecer a todos estos músicos el haber participado y estamos pensando de qué manera podemos hacerlo, a ver si podemos hacerles llegar algún tipo de reconocimiento, un contrato si hubiera algún beneficio, etc. Por lo menos para que no les haya costado… Ellos han tenido sus gastos, y vamos a intentar que se resuelva.

Algo más de un año para hacer realidad este trabajo… Mejor tenerlo bien atado, ¿no?

Claro, ese es el tema. No hemos dejado nada suelto. Con Josep Roig le hemos dado muchas vueltas, si había alguna cosa, teníamos claro que al ser un proyecto comunitario, teníamos que cambiarlo. Hemos tardado un año porque también es difícil gestionar un proyecto con tanta gente: ha sido complicado, pero el camino es lo más importante y hemos disfrutado muchísimo grabando el disco.

Acompaña mucho que se trabaje bien, que haya buen ambiente… Para sacar un trabajo así adelante.

Sí, es lo más importante. Rodearte de gente que te haga sentir bien y te haga crecer no solo como músico, sino también como persona. Además, en este trabajo hay dos canciones en las que no canto yo, cantan Rosa Zea y David Serrat. En el caso de ella, le dí varias canciones a elegir, y al final se decantó por la que más le gustó. En cuanto a David, sí me había imaginado el tema de … con él solo y la guitarra, a lo que al final se añadieron arreglos. Costó decidir, había varias opiniones, pero hemos conseguido que no le falte nada a esa canción, por ejemplo, en particular.

Rock, reggae, algo más pop, e incluso tango… sonidos más eléctricos combinados con otros más íntimos, pero al fin y al cabo, equilibrados: ¿qué es lo que quieres transmitir?

Los 43 músicos que han colaborado, además, han producido las canciones en las que han intervenido. Ellos llegaban, con una maqueta de la canción en la que iban a colaborar y, por ejemplo, a David de Jarabe de Palo se le ocurrieron otras ideas de sonido, para ver cómo iba a salir y demás. Cota, cantante chilena que también ha participado, entendió el concepto de la canción y lo cantó a su manera. Esto suena así: son diez aventuras y cada una de ellas suena diferente entre sí, y ello se debe a la implicación y a la profesionalidad de los músicos, además de su sensibilidad.

Con tantas personalidades diferentes dentro del trabajo, ¿cómo hacer que suene tuyo?

Yo soy una persona que siempre ha colaborado con eventos, monto festivales -donde he conocido a muchos de los colaboradores-, he estado en salas de Terrassa donde también he conocido a otros… Digamos que siempre me ha gustado compartir y las sinergias. Lo identitario de este disco es justamente eso. Yo escribo historias, normalmente tristes porque la tristeza es la emoción que da pie a más creatividad, y ahí están esas letras con finales inesperados, y son muy importantes, de forma que también son parte importante de la identidad del disco.

Hay que buscar cosas nuevas para destacar en el mundo de la música… ¿Crees que esta es una buena forma de hacerlo?

Sin duda. Contar con estas colaboraciones ayuda a que el disco se conozca y que la gente se interese por él. También hace lo suyo el hecho de que no se pueda catalogar en un estilo, es difícil etiquetarlo y ver las vías de difusión más adaptadas a géneros. Es bueno tener estos apoyos en las canciones, por lo que digo de que se vaya a dar a conocer de otra manera, y puede interesar más: Javier Sólo es conocido en Terrassa, Lleida, Cataluña… pero en España no, y es ahí donde queremos llegar.

Diez canciones que mezclan “pataletas de corazón”, historias más personales, e ideas que nunca dejan de aparecer por nuestra cabeza… ¿Son cosas de estar solo o bien acompañado?

No soy de sentarme y escribir, de ver si compongo algo y si salen las rimas. No me ha funcionado nunca eso. Mis letras tienen que ver con historias que me han pasado, o que me gustaría que pasaran, pero también hay una de ellas, “Tango de ida y vuelta”, que personalmente no me ha pasado. Es la historia verídica de un amigo.

Un disco un poco transeúnte por así decir… Está grabado en los estudios de Josep Roig, Temps Record, en Terrassa desde junio del 2017 y hasta octubre del 2018. También se han grabado colaboraciones en los estudios Santa Ana de Madrid y en Aumón de Menorca…

Es complicado. A los colaboradores que viven en Madrid no les íbamos a hacer que vinieran a Cataluña. Fue más sencillo quedar en un estudio madrileño, buscar un hueco y poder grabar las canciones. Nuestro técnico, Josep, y yo vinimos a los estudios Santa Ana de Madrid, pero también nos han enviado pistas desde Buenos Aires, en concreto Julius, un cantautor argentino. Tenemos un violín de Menorca… Nos han ido enviando trocitos, porque era difícil quedar con todos.

Tú has estado codo con codo con Josep, pero esto de mezclar un montón de pistas, que vengan cada una de una forma… O puede ser maravilloso o puede ser un caos, ¿no?

Hacer este tipo de discos, que las diez canciones suenen igual es imposible, pero no es lo que pretendíamos. Son 43 músicos, con sus respectivos puntos de vista… Lo que ha conseguido Josep Roig es que tanto la mezcla como la producción final sean muy buenas. Además, se ha masterizado en Post Modern Mastering Studio de André Dias en Brasil, que lo va a presentar a los Grammy Latinos para la próxima edición. La producción ha sido fantástica y de otra manera no se podría haber hecho esta locura.

¿Por qué Mejor solo y bien acompañado?

Salió así. Obviamente combino mi nombre. Javier Sólo, mejor solo, la esencia de Javier, porque las letras y las composiciones son mías, pero bien acompañado y mejor no podía estarlo, con toda la gente que ha participado.

 Hace solo dos años Imprudentes publicó Parece Mentira, ¿qué recoge tu nuevo trabajo de aquella experiencia?

Uno de los temas del disco salió en aquel trabajo de Imprudentes. Se trata de Tango de ida y vuelta, pero le hemos dado otro toque con influencias de los músicos que han participado en esta canción. De hecho, hay otra canción, Mientras pueda cantarte, también está en el disco de Imprudentes. Fue de rebote que apareciera en mi trabajo, pero iba a colaborar otro músico con nosotros y al final no pudo hacerlo; le pasé varias canciones y escogió esta. Por eso la incluimos… pero al final el que eligió esta canción no pudo participar. La versión es diferente también, suena muy distinta a la de Imprudentes. De todas las canciones que hay en el disco, al final, la que no quitaría del disco es esta…

La banda del vecino, ¿por qué ellos?

Todos son muy buenos músicos de Lleida, tocaban en otras formaciones pero de la misma escena local. Carlos Cerezo es uno de los mejores guitarristas de allí, al igual que Irene Garcés. Edu Corral también tiene mucha proyección al bajo y Josep Pagés, el baterista, también está girando con otro grupo que ahora saca disco. Todos colaboran con el disco y, además, les gusta, lo apoyan y lo han hecho suyo. Por eso no podían ser otros.

Y de tantas escuchas al disco, tantos planes que tendrás en mente… ¿Qué pretendes transmitir en los directos?

No me importa mucho el estilo, me importa que emocione. La música te tiene que llegar. Cuando era más joven me impactaban mucho las noticias y después de verlas, me sentaba a escribir y salían cosas muy tristes, de crítica social… He visto salir de mis conciertos a gente muy emocionada, llorando. Está bien emocionar, pero no que salgan llorando (risas). Por eso, cambié un poco la manera de decir las cosas y realmente pienso que lo importante es emocionar… Y eso creo que lo busca cualquier músico.

A la hora de pensar y llevar a la realidad un disco, pueden surgir muchas dudas, si un rollo se lleva más, si se lleva menos… Hay quien dice que todo está ya más que inventado…

No puedes sacar un disco como este pensando si a la gente le va a gustar más o menos… Si haces un disco para que guste a la gente, al final no acabas gustando a todo el mundo, obviamente. Creo que lo importante es que te guste a tí, que te emocione, y que también pase eso con los músicos que participan. En este trabajo hemos buscado más la sinergia, y el sonido ha salido de ahí. No hemos buscado nada en especial.

En tus canciones se notan muchas influencias y muchas ganas de hacer cosas diferentes… ¿qué artistas son los que más influyen en tu proyecto?

No podría decir que he escuchado mucha música a lo largo de mi vida, de muchas escenas, pero un amigo, tras un concierto en Terrassa, me dijo: “Me has recordado a Daniel Higiénico”. Yo no le conocía, le busqué y estuve escuchándolo… Me gustó muchísimo. Ahora somos amigos personales, ha venido muchas veces al festival que organizo y además participó en un videoclip de Insurgentes, además de que forma parte de este disco también. Daniel me ha ayudado a tirar adelante, a confiar en lo que hago. Él lleva 30 años en la música y es un tío que no para. Esas ganas son las que me motivan mucho. Si alguien me ha ayudado a conseguir, es él.

¿Te imaginas un proyecto con Daniel Higiénico?

Estaría muy bien poder girar con él y hacer algunos conciertos conjuntamente.

¿Qué es lo que más te llama la atención de la escena local y qué es lo que quieres conseguir en otras escenas más grandes?

Yo he crecido en Terrassa, una ciudad grande, pero luego me fui a Lleida… Lo que cuesta es salir; hacer un proyecto y que traspase fronteras. Tuve un proyecto con Pere Magent, que ahora está con Sidecars, hace muchos años, en Tarrasa. Él supo que tenía que hacer la maleta y venirse para Madrid. Lo hizo y le ha ido muy bien. Litus, igual. Con las tecnologías no debería haber barreras, pero dependiendo de la música que hagas pones unas prioridades por encima de otras, de ir a un lugar a tocar o a otro.

La música más comercial es la que está a la orden del día, va muchas veces a lo fácil. Tú, ¿qué opinas?

Yo soy educador social y músico a la par. Me apasiona la educación social y no entendería la vida sin estas dos pasiones. Trabajo con chavales y hacemos talleres de rap, porque parece que es lo que más puede llamar. Cuando a un chaval le gusta un estilo más roquero, me emociona. Ahora parece que tienes que hacer indie, rap… para sonar en un sitio u otro. Toda la música existe porque hay una audiencia, al final tienes que hacer lo que más te gusta. Javier Solo perdería la esencia si se vendiera a lo que más se lleva. No podría engañar a nadie si interpretara algo diferente a lo que me gusta.

 

Texto: Jose Verdu

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