Siempre habrá bandas que seguirán sorprendiendo y aportando cosas interesantes, más allá de recrear un estilo. Una de ellas es The Moondoggies. Cinco años han tardado en volver a presentarnos material nuevo. Y la espera ha valido al pena, sin duda. Porque han gestado uno de los mejores trabajos de este 2018. Sí, ya sabemos que eso se puede afirmar de muchos discos, pero los de Washington son un punto y aparte en el rock americano. Huyendo de etiquetas, se comportan como perfectos artesanos a la hora de componer canciones, escapando de lo convencional e intentando crear una personalidad propia. Algo que no está al alcance de todos. Los intensos seis minutos de la increíble «Easy Coming» así lo corroboran. Para después preguntarse cómo son capaces de llegar a la pura perfección que ejemplifica «Cinders». Si llegados a este punto, el disco no les dice nada, mejor que lo dejen estar. O sumérjanse en el tributo a Crazy Horse que es «Soviet Barn Fire» y leviten con los ecos floydianos de «My Mother». Cosa en la que reinciden en «Underground (A Love Sleeps Deep)», dejando bien clara su predilección por los temas bien elaborados y desarrollados. Una obra compacta y sin fisuras, el disco que siempre habíamos esperado de ellos.
JORDI DEL RIO
