En 2009 se publicó Cerberus, disco de debut del turinés Trent Miller. Lo hizo de manera humilde, autoeditándolo en su propio sello para, años más tarde, y ya afianzado como songwriter reeditarlo con Bucketfull of Brains. Rápidamente, algunos medios especializados asociaron, quizá de forma demasiado apresurada, el del italiano a nombres como los de Townes Van Zandt o Guy Clark. Afincado en Londres, ahora llega el cuarto trabajo de Miller, Time Between Us, mucho más brillante y esperanzador que sus discos anteriores. Con The Byrds presentes permanentemente en el ambiente, el propio músico se encarga de producir el disco junto a Graham Knight y cuenta como banda con algunos de sus sospechosos habituales, como el guitarrista Paul Cuddeford. No puede evitar, a pesar de sus intentos de sonar más luminoso, que el aroma a Jeffrey lee Pierce o Chris Whitley sobrevuele en algunos paisajes sonoros o letras, pero como no acaban apoderándose del álbum lo dejan, quizá, en un peligroso terreno de nadie. A pesar de eso, se deja escuchar y contiene pasajes realmente notables.
Eduardo Izquierdo