Antiguamente, los músicos se debían a un único grupo. Como mucho, ocasionalmente hacían una colaboración con alguien para tener más visibilidad en un plano comercial, o simplemente era para devolver un favor, pero no iban más allá. Ahora eso ha cambiado, los músicos son como los futbolistas, ya no se deben a unos colores, pocos renuncian a otras cosas por el amor a un escudo. Y Batmanglij abandonó Vampire Weekend porque quería estar en más sitios, dejar su firma en cada rincón que le fuera posible, del proyecto Discovey a producciones de gente tan dispar como Frank Ocean, Carly Rae Jepsen o HAIM. Eso sí, en esa lista, todos tienen un denominador; son artistas de mucho éxito, muy modernos —cada uno en lo suyo— y con una gran impronta en una industria como la actual, en la que de alguna forma, tienes que marcar territorio. Y bajo esta nueva denominación de Rostam, Batmanglij publica un disco de bellas formas, con crítica social, apuntes ligeros de electrónica, coros arabescos, y un pop a grandes rasgos elegante. «Gwan» y «Half-light» son piezas angulares del disco, y en «Hold You» colabora Angel Deradoorian —antes en Dirty Projectors—, otro que es de su cuerda, otro inquieto sin remedio.
TONI CASTARNADO