Encuentros

Barrence Whitfield gira con Los Mambo Jambo (16 al 26 de nov)

 

Se acerca una de las giras más esperadas del año para los seguidores de esta Santa casa. Los conciertos de Barrence Whitfield son experiencias espirituales, casi  místicas, que cualquier fan que se precie del rock & soul & garaje-blues debe vivir en sus carnes al menos unas tres veces en el transcurso de su vida. Esta vez nos visita en extensa gira sin The Savages, pero con la mejor banda instrumental del país, Los Mambo Jambo. Lo que puede salir de ahí es un misterio. Pero promete mucho. Algunos afortunados ya pudieron verles en el Surforama 2015 y lo que cuentan no deja duda que vamos a asistir a unos conciertos muy especiales. Ver video. Para ir calentando, recuperamos esta interesante entrevista que le hicimos en el momento de la publicación de Dig thy Savage Soul . Pero no sólo hablamos de este disco sino de toda una trayectoria que bien merece dedicarle unos minutos para conocer mejor.Barrence Whitfield agita los puños al aire, como un pugil que ha mordido la lona en infinitas ocasiones, pero que sabe las suficientes filigranas para continuar siendo el centro de atencion para la parroquia de cualquier tugurio. Son los Savages el sonido de una retaguardia ya extinta, un ritual cada dia más en desuso. Los Savages se encargan del avituallamiento de las tropas en retaguardia que asistiran a su ultimo tour europeo. Un tour que les trae con el gozoso Dig thy Savage Soul –Bloodshot 2013- esférico turbo R&B el suyo, que nunca caerá en la respetabilidad de los practicantes del neo-soul. Además, le vuelven a acompañar Phil Lenker y Peter Greenberg, totems de la escena rock’n’roller de Boston, amen de Savages honorificos y originarios.

Su reunión en 2010 se materializó discográficamente en el disco Savage Kings –Munster 2011-, disco grabado tras unos conciertos de reunión en Nuevo Mexico, ciudad donde reside actualmente Peter Greenberg, y grabado en Cincinnati. Vuelven en ese trabajo a estar las claves de su gozoso sonido de guitarra de impronta garage, saxo y huracanado rock’n’roll de marchamo hedonista pero de sentimientos malheridos por el desamor. Esa era la temática que inundaba las letras de aquel disco. Sin embargo Dig thy Savage Soul, comienza con una categórica «The Corner Man», que parece reflejar esa confusion del veterano, de quien ha estado ahí y a su regreso ya no entiende nada. Ya saben una vez has dejado de estar en la onda, esta puede ser cruel y fría con uno. Y, más con una banda que fue durante años fue catalogada como el mejor espectaculo en directo de Boston. Greenberg y Whitfield, quien su nombre original es Barry White, se conocieron en una tienda de discos de Boston. Fue en ese momento donde pergeñaron una alianza sanguinea impertérrita.

Su discografía ya ha sido comentada en diversas ocasiones en estas páginas y Barrence Whitfield & The Savages no necesitan de hagiografías, sino de que les de la chapa y les convenza para que no se los pierdan la próxima vez que acudan por aquí y poder bailar en fraternal danza beoda del cerro de la silla hasta la extenuación o bailar pasos imposibles al son del campanudo magnetismo de tonadas que saquean con entidad a Link Wray, Johnny Burnette & the Rock ‘n’ Roll Trio, Big Joe Turner, Bo Diddley o Howlin’ Wolf. Entes, que por supuesto transpiran en su sonido, recogen un pasado y como todo buen amanuense estructuran y construyen, Barrence Whitfield & The Savages son algo más que una revisión. Apología, y una reacción ante revivalistas sin más, esos que rechazan la realidad suspendiendola y afanándose en una percepción que nunca consigue imponerse ante la materia prima. Whitfield y sus muchachos son currelas del R&B y les recuerdo que el dinero está hecho de tiempo y trabajo primordialmente. Estos figuras nunca cotizarán en bolsa, su mercancia está fuera del mercado, amén. Por eso, para dejar la habitual cháchara de promoción, nos inmiscuiremos en los recovecos de la siempre dañada o afortunada memoria sin necesidad de perfumar por la nostalgia.

La primera es obligada, y para seros sinceros, el nuevo álbum es bastante superior a vuestro álbum de regreso. ¿Cómo ha ido el proceso de reencontraros y volver a dar con la fórmula para destilar el material que forma Dig thy Savage Soul ?

Barrence: He de decir que tienes razón, en el anterior álbum no estábamos lo suficiente rodados y calientes, lo grabamos casi inmediatamente de tener compuestas las canciones y habernos vuelto a juntar despues de tantos años. Fue Iñigo Munster, quien al estar reeditando las demos de DMZ y el single de Customs, hablando con Peter y este le confirmó que estábamos volviendo a tocar e inmediatamente nos propuso grabar un disco. Quizas fue algo precipitado, pero no es mal álbum, ¿no?

Fue un digno regreso, sin embargo en directo seguiais nockeando. En realidad sois una party band, con la excelsa misión de revitalizar algo fundamental, algo que pueda representar en un sentido conceptual el Live at Star Club de los Beatles. ¿Os considerais entretenedores ante todo?

Barrence: Sin duda, no es premeditado, es así. Quizás tiene alguna conexión con el hecho que crecí cantando gospel en una iglesia y mi aproximación a la música no es muy intelectual.

Greenberg: Cuando conocí a Barrence tenia la idea de montar un grupo que fuera una colisión entre los Ramones y Little Richard, y Barrence poseía la capacidad para dirigirnos hacia allí. Estaba harto de aguantar a Jeff Conolly y su obsesión con el Nederbeat e intentar emular al milímetro a las bandas de los 60. No me malinterpretes, me encantan Q 65, Outsiders, es más, acabamos de pasar por Holanda y he comprado las maravillosas reediciones de Pseudonym. Pero Conolly además siempre tuvo un importante problema con su ego desmedido y no es mal tipo, salvo que su ego le hace comportarse como un gilipollas, y los Savages en cierta manera fueron una reacción a ese snobismo sixties. Nosotros queríamos ser la mejor party-band del mundo.

Has nombrado tus comienzos cantando gospel, pero también tocaste en una banda de versiones de Funkadelic. La verdad es que tus comienzos fueron practicando una música más sofisticada de la que practicas en los Savages. ¿Haznos un repaso por tu periodo pre-Savages?

Barrence: Todo aquello fue antes de recalar en Boston, cuando vivía en Newark, New Jersey, tocaba en una banda llamada Funkasonics, haciamos solo versiones de Funkadelic y también estuve en otra banda llamada Symphonic Revolution intentando emular a Isaac Hayes y Curtis Mayfield. Pero mira, de pequeño los dos primeros discos que compré fueron uno de los Temptations y otro de Paul Revere and The Raiders, ambos de su primera etapa, aprecio lo que hicieron a posteriori, pero lo más crudo sigue punzando mi espalda y hacer que mueva mi culo.

¿No te gusta Psychedelic Shack de los Temptations?

Barrence: Si, pero fueron la mejor banda vocal en los comienzos del soul, su etapa más pulida en estudio como Psychedelic Shack me gusta pero no tanto.

¿Veíais el programa de Mark Lindsay en televisión?

Barrence: jajajaja claro, me pasaba todo el programa bailando delante de la tele, pero el programa lo hizo ya en su etapa pastelera.

Greenberg: Es cierto, ya era su etapa más soft pero me lo pasaba como un loco viéndolo delante del televisor.

Barrence: Peter tu tienes una reputación y recuerda que tu grupo favorito son los Mc5 jajajaja.. (se rie mientras Greenberg asiente)

¿Que recuerdas del lanzamiento de vuestro primer álbum en 1984?

Barrence: Recuerdo con mucha emoción a la gente hablando de nuestros directos, las historias que se contaban por Boston y bueno la reacción de la gente a nuestros directos. Donde a veces estos terminaban en tumulto. Como los adolescentes cuando acudian a ver Blackboard Jungle a los cines y arrancaban los asientos. Al poco tiempo de empezar a tocar por ahí empezamos a grabar el álbum, que apareció en 1984 en un sello llamado Mamou Records. El siguiente lo grabamos con Rounder, quienes decidieron ficharnos debido a las historias que habían oido de nosotros castigando nuestros cuerpos frente a sudorosas audiencias americanas.

Siempre imagine esos conciertos como un ritual vudú, cuando leía crónicas sobre vosotros siendo un chaval de 17 años. Si no estoy mal informado vuestro debut en directo fue junto a Del-Fuegos, grupo que también ha vuelto a la actividad recientemente.

Barrence: Sí, en un sitio llamado Storyville en junio del 83, ellos eran fans de DMZ/Lyres y nos pidieron que abrieramos para ellos. La gente decia «hey, ese es Barry el que curra en una tienda de discos». No estoy seguro, pero por aquel entonces a lo mejor no teniamos ni nombre aun. Unos meses más tarde dimos un show increible abriendo para Johnny Copeland, la gente se volvió loca, y perdí las gafas varias veces a lo largo del show, hasta que las perdí definitivamente entre la audiencia antes de terminar el concierto.

Pero sobre todo, recuerdo la primera vez que fuimos a Nueva York, donde tocamos con James White and The Blacks, el grupo disco de James Chance, y también con Los Lobos, grandes tiempos sin duda. En esos conciertos fue la primera vez que conocimos a Miriam y a Billy de Norton Records, quienes eran de los pocos que por aquel entonces entendían los códigos con los que nos movíamos, ya sabes Don Covay y demás R&B primitivo. Bueno, ellos vinieron al concierto por mediación de Peter y Phil, ya que eran fans de sus grupos anteriores.

La verdad es que vosotros deberíais aterrizar como unos aliens en medio de los 80, ya que vuestros referentes se encontraban en los 50, pero no eran los que manejaban los Stray Cats, ni los Cramps por ejemplo.

Barrence: Sí, mucha gente por ejemplo piensa que yo era el que aportaba la cultura R&B a la banda, mientras Peter aportaba el rockabilly, bueno algo así era jajajaja… pero no es del todo cierto. Ahora con el paso del tiempo recuerdo nuestra aparición en la escena de Boston como una pieza que encajaba perfectamente en todo aquello, en realidad nos sentimos mucho más como unos alienigenas hoy en dia, especialmente cuando tocamos en los EEUU, parece que seamos viejos bluesman allí, en Europa la gente es más desenfrenada hoy dia.

Por ejemplo grabaste varios discos de folk con Tom Russell; Hillbilly Voodo East Side Digital, 1993 y Cowboy Mambo East Side Digital, 1993, lo que denota un cierto manejo de diferentes géneros añejos.

Barrence: La verdad es que son discos quizas difíciles de encontrar, recuerdo que tocamos mucho en Europa; Alemania, Holanda, Belgica… solo fueron editados en CD. Es totalmente diferente a los Savages, pero creo que conecta mucho más con la tradicion que trabajamos los Savages, que con un grupo que tuve llamado Deathslacker donde cantaba en falsete canciones de Genesis, Yes y Led Zeppelin. Estuvo muy bien esa epoca y me gustan mucho esos discos.

El haber trabajado en una tienda de discos te habra ayudado a bucear en tus gustos y a extraer material para los Savages. De hecho conocí a Don Covay a través de vuestra versión, una canción que aun manteneis en vivo ¿No?

Barrence: Sí es cierto, pero fue en Nueva York donde me encontré enseguida a tipos muy obsesionados con singles originales de R’n’B, era habitual que las bandas de garage revival hicieran versiones de Muddy Waters o Howlin’ Wolf, pero nosotros buceabamos en busca de singles que no habían entrado en las listas, como; «King Kong» de Big «T» Tyler, «Go Ahead and Burn» de Bobby Moore,»Big Fat Mama» de Ronnie Molina, «Walking With Frankie» de Frankie Lee Sims… Material de cantantes que a lo mejor registraron un par de singles esplosivos y se desvanecieron. Imagino que en la epoca que nosotros comenzamos ese material estaba absolutamente oculto. Covay es muy conocido por su fantástica etapa en Atlantic, pero antes de eso grabo inumerables singles de ardiente R&B, material menos sofisticado que Mercy o See-Saw. Fue un fontanero de la era pre soul.

Vuestra carrera, tanto con los Savages, como la de Peter sigue siendo recordada y reeditada, incluso revindicada. Eso demuestra la validez de vuestros discos. ¿Soleis observaros desde esa perspectivas? Es como una cura de ego jajajaja…

Greenberg: Bueno yo hasta 2007 estuve bastante fuera de la escena rock’n’roll, sin embargo veo que ahora mis antiguos grupos son más apreciados y entendidos que en los 70/80, incluso más conocidos que grupos que llenaban salas en por aquellos años de los que no se acuerda nadie. Pero esto pasa en Europa principalmente, sin ser lo mismo es como en Inglaterra en los 60 cuando apreciaban allí a los viejos bluesman más que en América.

 

Texto: Iván López Navarro

 

 

 

 

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