Con la misma edad que debutó Ricky Rubio en ACB, exactamente 14 años, Sammy Brue publicó un primer EP con múltiples referencia a Woody Guthrie (la primera canción que escribió cuando contaba diez se titulaba «The Woody Guthrie Song»). Y con la misma premura que el genio de El Masnou daba asistencias de fantasía en una final olímpica, este músico que se ha convertido en el ojito derecho de Rolling Stone saca su primer disco. Por eso, a la hora de evaluar el trabajo de gente tan joven que irrumpe con la fuerza de un cohete, es difícil concretar cuando están en el punto justo de maduración y de ese modo ser verdaderamente creíbles; eso le ha pasado al baloncestista y, seguramente también le ocurrirá a este chico de Utah. A Sammy Brue le producen el disco John Paul White de Civil Wars y Ben Tanner de Alabama Shakes, dos músicos que saben de qué va la música de raíces, pero que al mismo tiempo, se manejan con soltura en territorio mainstream. Lógicamente, Brue es dueño de una voz a la que todavía le tiene que forma, pero que ya se ubica en un lugar destacado. Y si en «I Am Know», con un primer single de cantautor moderno que puede sonar en la radio a todas horas, él no se conforma con una única vía, saca la vara de medir del power-pop, hace algún guiño indeciso al punk o ese country urbano como el de The Lumineers o Mumford & Sons que es otra buena opción. A ver en que queda todo esto. Comprobemos si de verdad aquí hay madera o no es más que una trampa, una imitación sin fundamento.
TONI CASTARNADO
