La británica Jane Weaver lleva casi dos décadas de carrera en solitario, tras haber estado en grupos de rock alternativo como Kill Laura, ofreciendo discos tan atrayentes artísticamente como escasamente comerciales, al menos hasta The Silver Globe, su álbum de 2014. Quince años de paseos por el borde del folk progresivo, de música mística y extrañamente hipnótica pero algo dispersa y poco amigable. En sus últimos discos, sin embargo, parece haber encontrado un sonido propio y compacto, uno que combina psicodelia, pop vaporoso, electrónica vintage y ritmos krautrock. Los cuatro minutos y medio de «Loops in the Secret Society» abren la mente en canal y siembran una idea: Jefferson Airplane no estaban tan lejos de Neu!, ni Hawkind de The Doors. Abundan los temas lineales pero pegadizos (ojo a «Slow Motion») en los que juega a combinar sonidos modernos y clásicos, al estilo de gente como Sébastien Tellier o Joe Crepúsculo. En «The Architect» se aleja por un momento del ritmo motorik para abrazar una especie de funk retrofuturista, como una producción de Moroder para Stereolab. «Ravenspoint» cuenta con la intervención estelar de Malcolm Mooney, el vocalista original de Can, con quien se adentra por los senderos de una psicodelia que reúne todos los atributos del género y al mismo tiempo suena innovadora, actual. Junto con el de Austra, uno de los grandes discos que ha dado este estilo en 2017.
FIDEL OLTRA