Su anterior disco, I Was So Fond Of You, estuvo compartiendo en 2016 los primeros puestos de las listas de los mejores discos de Americana del año con gente como Luke Winslow King, Luther Dickinson, Bill Kirchen, Girls, Guns & Glory, Chris King o Jesse Dayton. Y la cosa no se aleja demasiado de lo que hacen algunos de esos nombres. Este canadiense bebe de cualquier fuente de la música norteamericana para escribir su propia historia mediante excelentes canciones y un espléndido sonido, de la mano de la producción de Steve Dawson.
No tiene, eso sí, nada de original la música de Patershuck. Pero no lo digo como algo negativo, sino como una forma de que el lector se sitúe antes de la escucha. Sus caminos ya han sido transitado antes por otros pero eso no hace que su propuesta sea menor en calidad. Claro que Steve Earle ya ha hecho juegos de voces con chicas como él en «Gypsy» (con una deliciosa Ana Egge) o que Jesse Dayton ya ha jugado de manera magistral con el blues eléctrico igual que Matt en «Sometimes You’ve Got To Do Bad Things To Do Good», pero eso no las convierte, ni mucho menos, en malas canciones. Matt Patershuck sabe lo que hace, sabe lo que quiere, y lo hace bien. Marcándose un álbum más optimista que su predecesor y demostrando que el aire de la granja en la que vive al lado de Alberta le sienta la mar de bien. Como mínimo a su música.
https://www.youtube.com/watch?v=Y2TEhmYOmmY
Eduardo Izquierdo