Tengo que reconocer que Gray Lodge Wisdom, el anterior trabajo de Stratton, es uno de mis discos favoritos. Lo he escuchado hasta la saciedad y es uno de esos a los que recurro día sí y día también. Aquel álbum estaba marcado por la superación de un cáncer, un trabajo sentido y doloroso pero preciosista hasta el más mínimo detalle, melancólico y sugerente. Verlo en directo en un ‘’living room concert’’ solo sirvió para obsesionarme más con su música. ¿Cómo es que no está en un altar de la perfección musical?, me pregunto. Stratton es un compositor excelso, un guitarrista delicado y experto, muchos lo han comparado con Nick Drake, pero sobre todo es un narrador. Con su música nos transporta, con sus melodías nos atrapa, con su voz nos hipnotiza. Stratton iba grabando discos en sellos independientes y girando por Europa y EE.UU. a lo pequeño, a lo sencillo, tal y como es él. Sin preocuparse por promocionarse, su música hablaba por él. Ahora Bella Union lo ha tomado bajo su ala protectora y publica su nuevo y exquisito trabajo Rosewood Almanac, en referencia al color de su inseparable guitarra. Hay discos que te llegan y otros que te traspasan hasta colarse por cada poro de la piel y este es de los segundos. Perfecto.
ANABEL VÉLEZ