Al recorrer la totalidad de los temas de Different Days, lo primero que pide mi cabeza es valorar este trabajo como otro ejemplo de andadura en lo extenso y tortuoso del muchas veces desagradecido mundo del rock. Situados en una posición privilegiada, de estado de gracia, como aclaman algunos, lanzan su treceavo disco. Alejad vuestro pensamiento de las supersticiones numéricas, eliminad de vuestro sentido común lo musicalmente negativo que pueda acarrear el número prohibido. Realizado sin miedo pero con saber hacer, tanto que han autoproducido el álbum en su estudio en Crewe, disco que goza de colaboraciones tan honoríficas como Johnny Mar o el aplaudido Paul Weller. Llamado a ser la continuación de su anterior Modern Nature, publicado en 2015, no ha podido evitar el terrible halo de tristeza que envuelve sus canciones debido a la pérdida de Jon Brookes en 2013, miembro fundador para el que dio apoyo moral y musical Pete Salisbury, miembro de The Verve. El disco abre con «Hey Sunrise» como gran deseo de bonanza y atraviesa los catorce temas, pasando por tan antagónicos títulos como «The Forgotten One» o «Not Forgotten», un instrumental como «The Setting Sun», que da paso a «Spinning Out» para cerrar el álbum y que ha sido escrito por Paul Weller, en el que además de tocar el piano. En palabras de ellos: un disco escrito desde la necesidad. Calma envolvente, un gran homenaje a Jon Brookes. Grandes como siempre.
MARIO SILVESTRE
