Los alicantinos presentan su tercer larga duración tras el estupendo disco anterior, A Medio Camino (2012), cocinado en los Guitar Town de Hendrik Röver. En esta ocasión se han dirigido a la capital del estado y se han metido en los madrileños estudios Reno para dar forma a esta nueva grabación. Siguen fieles a su línea de conducta y conservan su apuesta por el rock & roll de patrón norteamericano cantado en castellano. Raúl Robinson se mantiene como el motor, el alma y la cabeza visible de la banda y el principal compositor de esta decena de canciones. El disco se abre con las guitarras dominando el cotarro en un trío de temas de marcado corte rocanrolero, «Algo que me Siente Bien», «Días Nublados» y la festiva «Nada Mejor», para entrar luego en un terreno en el que un servidor tiene la sensación de que se sienten muy cómodos. El de las baladas y los medios tiempos con capas de guitarras acústicas acompañando unas letras que toman temas cotidianos como punto de partida y en las que Raúl siempre encuentra frases que la clavan. «La Chica de la Cafetería», «La Mejor Parte» o «Nadie se Acordará de Mi» serían un buen ejemplo de lo anterior y en ellas es donde afloran quizás sus influencias más británicas. Suben el volumen para afrontar la recta final del compacto pisando el gas y demostrando que su propuesta debería llegar con facilidad a todos aquellos que situados entre la vertiente más comercial, llámese M Clan, o la más genuina, llámese Los Deltonos, Burning o Enemigos, disfrutan del rock entonado en el idioma de Cervantes. Dales una oportunidad.
Manel Celeiro
