Dejadme empezar por el final. Cuando los músicos se retiraban a los camerinos mientras se secaban el éxtasis impregnado en sus pieles. Al compás se proyectaba la mítica escena de los Blues Brothers cantando el «Stand By Your Man» en ese bar de rednecks donde les acribillan con botellas de cerveza. Me pareció la guinda perfecta para la clausura de la velada. Pura fragancia New Raemon. Un acto escénico propio de alguien que se encuentra en un punto cómodo y tranquilo de su carrera y que puede permitirse esas confidencias tan cercanas con su público. Un guiño de ironía, drama y humor, campos magnéticos que gravitan alrededor de la discografía del artista.
Porque a eso íbamos todos al Apolo, a presenciar en directo su primera antología o lo que antes llamábamos greitest hits, Quema la memoria, disco que ha sacado junto a un libro de mismo título con ilustraciones de Paula Bonet. Como no podía ser de otra manera empezó por «La Cafetera», por su comienzo… y cuando entonó aquel verso de: escribiendo en servilletas…se engendró un dialogo público y banda que no cesó hasta el final. Un compartir de descargas eléctricas, entra la épica y la intimidad, entre el drama y la felicidad. Un concierto cargado de momentos especiales, dirigido y templado por ese caudal infinito que es la voz de Ramón, que para muchos es ya un cálido emblema generacional.
Texto: Andreu Cunill Clares
Foto: Xavi Mercadé