Superar las adversidades también es un síntoma de artista grande. Y Víctor Partido lo hizo el pasado miércoles en su actuación dentro del ciclo La Fresca. Cinema i cooperativisme a l’aire lliure. La cosa consistía en tocar unas cuantas canciones antes de una charla-conferencia sobre cine y educación, previo al pase de la excelente película documental Más allá del espejo.
Imaginen la situación. Ocho de la tarde de un día semi lluvioso y Partido aparece con su guitarra acústica en medio de una plaza en pleno barrio de Hostafranchs llena de niños pidiendo temas de Camarón o el «Despasito» de marras. Pues de esa salió Víctor Partido con sus canciones íntimas, preciosistas y cargadas de calidad. Se mostró como un artista completo, consiguiendo no solo lo que alguien de la organización se atrevió de definir como “amansar a las fieras”, sino que poco a poco la gente fuera acercándose a las sillas preparadas para el evento para apreciar la grandeza de unas canciones nacidas para ser escuchadas. Curtido en mil batallas bromeó con la situación entre tema y tema para mutar en un artista comprometido con su música cada vez que encaraba uno de esos temas. Bravo por él.
Eduardo Izquierdo