Este apreciable homenaje al añorado firmante de Figure 8, subtitulado A Tribute to Elliott Smith, logra trascender dos de los sustanciales inconvenientes de este tipo de artefactos, la heterogeneidad de los artistas invitados y el arduo equilibro entre reinvención y fidelidad al original. Quizás por ser cada una de esas canciones pequeñas piezas de orfebrería de frágil pero medida concepción, abundan entre estas versiones aquellas respetuosas con su legado o disimuladamente inventivas, con el importante matiz que supone la traslación de palabras o melodías a voces femeninas o la apasionada aportación de varios artistas que no eran más que niños pequeños en la época de esplendor del miembro de Heatmiser. Pero no hay entre ellas ninguna que desmerezca demasiado de los originales: mención especial a la intensidad de Amanda Palmer o Waxahatchee, a la belleza de las contribuciones de Tanya Donelly, Julien Baker, Lou Barlow, Juliana Hatfield o William Fitzsimmons, o a la personal revisión de J Mascis y Jesu/Sun Kil Moon. Cierto, no hay sorpresas en los temas escogidos, y los discos más atendidos, Either/Or y XO, parecen consolidarse como las obras maestras por excelencia. Podría ser, pero eso hace más necesario aún el profundizar otra vez en el resto de una obra conmovedora y vigente.
JOSÉ LUIS TORRELAVEGA