Previo a la ceremonia de los Oscar, aparte del debate sobre La La Land, hubo otro igual o más interesante que este. ¿Por qué la ausencia, ya como una norma, de comedias y películas de súper héroes entre los nominados mientras la parrilla va llena de dramas? Puede que solo sea una tendencia o, simplemente, es que nos cuesta más valorar la carcajada y la vistosidad que un puñado de lágrimas. Y curiosamente, Real Estate han trasladado esa cuestión a su nuevo disco. ¿A que no cuesta tanto ponerle una pizca de sal y un tanto de alegría sin que se desvirtúe el mensaje? Aunque ojo, In Mind no es ni mucho menos un disco de Ramones. Lo suyo sigue sonando a Real Estate por los cuatro costados —una de las claves es su llamativa personalidad—, solo que aquí hay más luz, puedes esbozar una sonrisa e imaginar que conduces por una carretera con esto de banda sonora mientras se pone el sol. Tan elegantes como lo eran Luna o como lo son ahora Woods —en «Two Arrows» hacen el mismo uso de las armonías—, pero con más percha de los primeros que de los segundos. Y si en Atlas entendías el puzzle de su portada, en total consonancia con la música de ese álbum, en In Mind esas rayas en 45 grados tienen también un significado. Escúchalo, entenderás de lo que hablo.
TONI CASTARNADO