Encuentros

Mark & The Clouds: el secreto mejor guardado de Inglaterra

 

 

Hay cosas que se quedan perdidas en el tiempo. Cuando se desvanecen o mueren se disipan. Hasta que el destino nos las trae de vuelta y las abrazamos como si fuesen nuestras desde el principio. En muchas ocasiones la segunda vida tiene esperanza, pues todavía hay energía, una chispa que alienta a continuar donde el público pulsa el botón de ‘play’. Otras no, es demasiado tarde. Marco Magnani vive ahora, es el presente. Pero sigue sin hallar recompensa a una carrera ejemplar. Algún día sus discos, ya sean bajo el nombre de Mark & The Clouds o su anterior banda Instant Flight, caerán en manos de algún iluminado y Marco será el siguiente referente para toda una generación.

 

Yo, iluso de mi, pensé que el desazón y el destierro por parte de público y prensa generalista, era cosa de esta zona del continente. Parece que el descuido es general. Vamos, no creo que veamos a Marco ilustrando la cubierta de Uncut o Mojo Magazine. «Puedo intentar poner mi cara con photoshop en la portada de Mojo», bromea el músico italiano reubicado en Londres desde 1992.

Mark & The Clouds acaban de lanzar su segunda obra, Cumulus (Mega Dodo). El álbum ha aparecido en vinilo y también en una exclusiva versión en doble cd, que incluye tres temas extras y todo un álbum en vivo con canciones de Blue Skies Opening (2015), el antecesor a Cumulus. Debo reconocer que no me entusiasmó Blue Skies cuando llegó a mis manos. Pero tanto me ha gustado Cumulus que retrocedí de nuevo hasta su hermano mayor y me encontré con otro puñado de canciones especiales y coloreadas para hacer del día algo especial y lleno de esperanza. Claro, que esta edición especial con esas canciones en vivo, coloreadas por los matices de una sección de viento (trompeta y trombón) entonada, realzan aún más la belleza de unas canciones bellas de por sí. «Me enorgullece que hayas redescubierto nuestro primer álbum a través del bonus cd en directo. Creo que con Instant Flight estaba cansado de ser clasificado y limitado al sonido sicodélico y/o progresivo. En el primer álbum de Instant Flight hay mucho de ese sonido de órgano patrimonial de los sesenta, así que cuando hice Blue Skies, introduje más guitarras y el hammond asomó solo ocasionalmente, siendo más persistente el piano clásico y la cuerdas. De hecho, ese cambio podía apreciarse entre Colours & Lights y Endless Journey, los respectivos primer y segundo discos de Instant Flight».

Cumulus (para hacerse con una copia deben dirigirse a https://megadodo.bandcamp.com/album/cumulus) es una grandiosa obra. Aquí no estamos hablando de un grupo o músico realizando un disco de género, sino alguien que capitaliza toda una era, da barniz y arma todo un arcoíris. Las sensaciones son inenarrables, de una personalidad que llama la atención hoy día. Claro, que el tipo lleva creando su propio género desde antes de que apareciese el primer álbum de Instant Flight, allá por el 2004. La crítica de Cumulus aparecerá en el número de abril en papel de Ruta 66, pero destaco la versatilidad de Marco como cantante (Roy Harper con las pelotas ardiendo), guitarrista, compositor e incluso ilustrador del artwork. Canciones como «Take Me Sky», «Another Grey Morning» o «Road, Mud & Cold», por citar solo tres, deberían sobrevivir al artista, deben. «Musicalmente hablando creo que intento congeniar canciones pegadizas, ya sean baladas o rock. Tiene que haber una balanza. No quiero sonar solo rock y no quiero sonar solo folk. Mira, llevo un montón de la vieja música surf en el interior de mi corazón; lo solía escuchar en casa cuando era un niño. Como esas guitarras en la banda sonora de «Por un puñado de dólares», de Ennio Morricone o «Apache» de los Shadows, que todavía toco en pubs junto a mi amigo David Kovacevic. Luego, generalizando, creo que mi otro primer amor, el White Album de los Beatles, capitaliza esa balanza de canciones rockeras y baladas. En esa línea, y como influencia personal, también citaría Disraeli Gears de Cream, los primeros discos de los Doors y Jimi Hendrix, Aftermath de los Stones… «.

Marco dice que la sicodelia no es «una tableta de LSD, ninguna droga o sustancia. La sicodelia reside en los arboles, los campos, el cielo, el mar, las calles, nuestras mentes…». Es por ello que no hay una gran diferencia entre los discos de Instant Flight y Mark & The Clouds. Todo es un ente, un mismo abismo, una realización del ser y su capacidad como creador. ¿Quien dijo proyecto solista? «Son mis canciones, pero también lo eran en Instant Flight. Cuando hice el primer álbum de Mark & The Clouds pretendía formar una banda pero estaba indeciso con quién colaborar, así que decidí llamar a todos mis amigos y reunirlos a todos en un mismo álbum. En Cumulus decidí dejar mi nombre real en los créditos para que todo el mundo viese que Mark & The Clouds es el nombre de una banda. Como Derek & The Dominos, por así decirlo. Pues nadie en la banda se llamaba Derek. Entiendo que la gente se confunda, pues los miembros de la banda en directo varían dependiendo de la agenda de cada uno. Pero el álbum lo grabó la banda que ves en la cubierta, todos en directo como en los viejos discos de rock que a todos nos gustan».

La escena londinense de locales no varía en demasía de cuantas pululan por aquí. Las dificultades son las mismas y las bandas tienen las mismas dificultades para subsistir o tan siquiera dignificar ese oficio al que algunos todavía llamamos ‘músico’. Es por ello que cuando pregunto a Marco por la actividad de directo me responde que «necesitamos un Brian Epstein. Para mí siempre ha sido una lucha aquí en Londres desde que llegué procedente de Bolonia, sin un plan, solo para curiosear sobre la ciudad y ver cómo funcionaba aquí el negocio de la música. Hay locales en Londres (el Dublin Castle en Candem y el Garage en Islington) que tienen este sistema de pago: el músico cobra en función a la gente que aparece en la actuación.

Lo cual supone un verdadero desgaste que el músico odia, pues tiene que repartir flyers, hacer publicidad, movilizar personal. No creo que haya cambiado mucho ahora. El sistema es el mismo que en los noventa. Con la diferencia de que antes no había teléfonos móviles y tampoco Internet. De todos modos, vamos a actuar en Italia en noviembre. Y si todo marcha bien estaremos en tu país en septiembre».

Existe hoy una emergente escena reivindicativa de la sicodelia más pura. Desde bandas que nacen a partir de la rescatada onda a bandas encumbradas como Black Mountain, que hacen de ello un nuevo y pintoresco arte. En 2004 Marco se adelantó a toda esa generación con el disco debut (en vinilo) de Instant Flight. Difícil de encontrar hoy día, el debut de la banda sería hoy día un referente, un ‘must’ para toda esta nueva hornada de chicos interesados en esos sonidos. A Colours & Lights le siguió el bello Endless Journey cuatro años después. Y el circulo se cerró con Around The Gates Of Morning en 2014. Los tres forman una trilogía solida y muy especial. Un tesoro de gran enjundia que injustamente sigue en barbecho, esperando a ser degustado por una gran mayoría. «¿Existe un nuevo interés por la sicodelia? Ya ves lo fuera que estoy. ¡Debería darme vergüenza! Tal vez podría remasterizar el primer álbum y ponerlo de nuevo a la venta… Pero puedo vivir con ello».

Acabo este artículo, y a expensas de que finalmente la banda aterrice por aquí en septiembre, preguntándole por su estancia en la banda del colgado de Arthur Brown, quien por cierto, participa en una de las canciones de Colours & Lights. «No sé cómo hubiese sido conocerle en los sesenta pero hoy día Arthur es asombroso. La balanza entre la persona que sube al escenario y el hombre calmado y relajado detrás de él me sorprende. Me encantaba de él el sentido de la improvisación; a veces podíamos alargar una canción tres veces más de lo que lo habíamos ensayado y de la nada decir ‘haz un solo ahora’. Es un gran hombre con una energía asombrosa en el escenario, lo cual lo hace más extraordinario por su edad. Quiero decir, que yo me mantengo enfrente de mi micrófono cuando estoy cantando y este hombre no para un solo segundo. Desearía tener solo el cinco por ciento de su energía y encanto sobre el escenario».

He aquí una playlist esencial de las mejores piezas tanto de Instant Flight como de Mark & The Clouds. Claro, que cada cual tendrá la suya cuando Marco sea apreciado por el vasto número de público que debiera hacerlo en un futuro inmediato. ¡¡Apresúrense!!

 

Instant Flight:

1- «Top Of The Mountain»

2- «Kites» (Con Arthur Brown a la voz)

3- «Universe In A Verse»

4- «The Land Is The Same»

5- «Celebrate»

6- «Around The Gates Of Morning»

 

Mark & The Clouds

7- «I Run Like Crazy»

8- «Blue Skies Opening»

9- «You’re So Cold»

10- «I’m Stopping Here (Bombs & Guns)»

11- «Take Me Sky»

12- «On Her Bike»

13- «You Call Me Brother»

 

TEXTO: SERGIO MARTOS

FOTOS:

  1. Banda (B/N: Roberto Calabro
  2. Instant Flight: Cosimo Trisolini

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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