Encuentros

El Fantástico Hombre Bala, la esencia permanece

 

 

El Fantástico Hombre Bala están de vuelta. Disco y varios conciertos a la vista los han vuelto a poner en el mapa, si es que alguna los habíamos olvidado. Porque FHB dejaron mucha marca. Fueron revolucionarios en su tiempo y sobresalieron por encima de la media. Por fín, la intelectualidad y la música se daban la mano de una forma inteligente. Sí, más en calidad que en cantidad pero ese fue y sigue siendo el signo de los tiempos. Como si no hubieran transcurrido 20 años, vuelven con toda la normalidad la del mundo.  Morti, siempre agradecido con las entrevistas, nos cuenta algunos detalles de este nuevo tiempo días antes de las presentaciones del 18 de marzo en la sala Bóveda y el viernes 24 en la sala El Perro de la Parte de Atrás en Madrid.

 

¿Cómo podrías explicarnos este regreso bajo el nombre del FHB a estas alturas? ¿Qué inputs has sentido para ponerlo en marcha en este preciso momento?

Dani Baraldés (Guitarista-Productor) y Charly Sardá (Barerista) miembros fundadores y que son como dos hermanos para mi, me propusieron la idea de resucitar el proyecto hace 2 años aproximadamente. Después de meditarlo, accedí por el reto que suponía dicho envite. Tenía la curiosidad por descubrir si aún tendriamos cosas que decirnos musicalmente habando y la verdad es que la experiencia y su resultado final, han superado totalmente las expectativas que había puesto inicialmente en esta renovada etapa que vive actualmente el grupo.

La vuelta en mi caso, se debe a motivaciones personales y sobretodo por la necesidad de reconciliarme con una historia en la que ya no me reconocía o con la que apenas me identificaba.

Ha llovido mucho y han pasado muchas cosas desde que decidimos  parar indefinidamente allá por el año 1996…

Escuchando Al Despertar, casi podría decir que no han pasado casi 20 años… No es un reproche, al contrario. Se mantiene muy fiel el espíritu embrionario de la banda. ¿En qué puntos crees que ha evolucionado la banda a nivel de sonido?

Para entender esa evolución a la que te refieres, es necesario asociarla a cierta madurez en cuanto a experiencia adquirida por parte de todos los que integramos el proyecto y sobre todo, por a las incorporaciones de Sebi Suarez (Bajista) y Riky Frouchtman (Guitarrista). Sus aportaciones han sido muy importantes tanto a nivel compositivo como en la sonoridad que ha adquirido la banda.

Me siento muy orgulloso de lo que hemos sido capaces de crear, puesto que sigue conservando el espíritu y la esencia que siempre han caracterizado a FHB. Creo que hemos dado un paso adelante muy importante en muchos sentidos en cuanto a que estamos abriendo una puerta nueva en lo que a discurso musical y composiciones se refiere…

Se que puede sonar un poco pretencioso dicho así, pero pienso sinceramente que nadie en este país está actualmente a la altura de poder articular un discurso musical remotamente similar a lo que estamos haciendo y como lo estamos defendiendo.

Tu participación en diferentes proyectos ha sido bastante coherente con tu línea original, siendo posiblemente Bushido el proyecto más arriesgado. En estas nuevas canciones hay poco margen para la experimentación. Son canciones muy directas, con mucha fuerza expresiva. ¿Podríamos decir que te sientes en una fase menos trascendental en ese sentido artístico?

El trabajo vocal que he desarrollado para este disco ha sido bastante elaborado en cuanto a vertebraciones  melódicas, armonías y letras.

Trabajar sobre estructuras complejas me ha permitido hacer cosas que en otros proyectos no vería viable.

De ahí que discrepe un poco con lo que dices ya que sí que considero trascendental mi aportación en ese sentido, puesto que considero que he tenido margen para experimentar pero siempre en pro de lo que yo pienso que ha de definir la esencia de lo que es una canción aunque las bases instrumentales sean complejas o estén alejadas de estructuras convencionales.

Es marca de la casa, pero sigo observando ese punto de disconformidad general en tus letras, como de lucha interna. (Lo percibo especialmente en Mundo demencial, Peces muertos, Fuera de control o Al despertar). ¿Hubo alguna sensación o algún estado de ánimo en especial que haya estado más presente mientras escribías los temas?

Aparentemente, puedo parecer pesimista pero en realidad soy un optimista que ha visto cierta incómoda verdad, desencantado con el reflejo de un mundo que considero que es el resultado de una experiencia agotada. De ahí que aborde ciertos conflictos que creo que nos conciernen a todos también como algo propio.

Soy inconformista con aquello que pienso que representa una negación de la vida y un claro retroceso o encarna valores que nos pierden y nos perjudican y cuya solución quiero creer que está en nuestro interior… Son textos que expresan una actitud ante la vida, una manera de sentir particular válida como cualquier otra… Ni mejor ni peor que la de los demás, la mía…

Proclamas críticas con la actual e inquietante realidad, deriva que nos define como especie, evidencia que nos retrata, envuelve y supera. Cambiarla depende de la percepción que podamos tener de la misma… Cosa que entiendo que pueda remitir a cierta subjetividad o a la particular mirada que podamos tener sobre algo tan concreto como eso…

Igual soy un iluso, un ingenuo o un soñador al remitirme a cierta actitud ante la vida cuando apelo a la acción como único motor de cambio y transformación. Supongo que a estas alturas, aún necesito creer que siempre hay luz al final de cualquier túnel aunque muchas veces, no sea así…

Suelo expresar un conflicto concreto pero también aporto una solución que palpita dentro de cada uno de nosotr@s. Mis letras remiten a cierto vitalismo y permiten niveles de lectura para que cada cual las pueda hacer suyas o logre identificarse con la esencia de las mismas…

Se refieren generalmente a cierta cuestión individual y la responsabilidad que supuestamente deberíamos tener a la hora de cambiar ciertas cosas que retratan nuestro mundo, un lugar complejo, cada vez más inquietante y que a día de hoy, refleja cierta decadencia sintomática en cuanto a que no hemos sido capaces de pararle los pies al todopoderoso EGO que es la fuente de todos nuestros conflictos y nuestros males.

«Sólo los peces muertos siguen la corriente»

¿Cómo han sido estos últimos años en tu historia personal-profesional?

Bastante activa desde que dejamos aparcado a FHB hace casi 20 años…

Posteriormente, participé en Bushido junto a Enrique Bunbury, Carlos Ann y Shuarma, aventura musical-experimental con la que publicamos un disco que aún soporta muy bien el paso del tiempo. Más adelante, estuve más de cinco años en las filas de Skizoo, junto a Jorge Escobedo y Antonio Bernardini, miembros de Sôber. Defendíamos un proyecto con sonoridad cercana al metal con el que publicamos 4 discos. Después de eso, vio por fin la luz mi primer disco en solitario (Exmundus) y una relectura en clave mínima del mismo trabajo adaptada magistralmente por el maestro Juzz Ubach pero defendida solo con tres elementos (Piano, violoncello y una sola voz) y que hace un año publiqué sólo en formato digital. Durante todo este tiempo, también he colaborado con numerosos artistas afines y actualmente, sigo inmerso en la resurrección de FHB y comprometido con InMune, una aventura que toma las riendas de lo que ha supuesto mi paso por la escena más metalera y con la que ya hemos publicado tres discos que están en el mercado.

¿Cuál  es el reflejo de la sociedad que te llega en pleno 2017 comparado con tus inicios allá por los 90’s?

El reflejo de una sociedad cada vez más disoluta e hiperexpuesta y predispuesta a ser cada vez más manipulada gracias a la irrupción de las nuevas tecnologías que han cambiado nuestra manera de relacionarnos y estar en el mundo, una herramienta muy útil si se sabe utilizar adecuadamente pero también a través de la cual, nos controlan y vigilan más de lo que nos imaginamos. Hemos logrado que un derecho como lo es la privacidad despierte sospechas…

En los años noventa vivíamos las cosas con más intensidad, sin tanta inmediatez, con otro espíritu ajeno a tanta fugacidad…  Hoy si no estás en las redes o accesible, es como si no existieras…

Nuestros miedos se han sofisticado… De ahí el auge de tanto populismo…

El cambio de paradigma tiene cosas positivas pero al ser tan reciente, estamos empezando también a descubrir ahora sus riesgos e inconvenientes… Paradójicamente, nunca habíamos estado tan conectados los unos con los otros pero a la vez tan solos. Estamos viviendo más que nunca, en la era del vacío.

«Mucho movimiento, ninguna dirección concreta»

Crees que disfrutabas más de la música por aquel entonces y por la ingenuidad del momento, teniendo en cuenta lo complicado que es hoy en día sacar un proyecto adelante sino tienes buenos padrinos?

Disfrutaba de la misma forma que lo hago ahora por el sentido que sigue teniendo y   lo que representa este medio para mi. La música me sigue aportando satisfacciones íntimas indescriptibles porque la utilizo como un catalizador necesario que también adopto a veces como un salva vidas muy particular. Pero hay que asumir que la industria está mutando a raíz de la irrupción de las nuevas tecnologías ya que han propiciado un cambio de formato que antes estaba centrado alrededor de un objeto físico. El disco.

Al desaparecer, el sector o negocio discográfico se ve obligado a transformarse. Las posibilidades a la hora de asumir riesgos por parte de la misma se han reducido desde que internet ha acabado con el CD y otros soportes, obligando a que los artista no tengamos más remedio que adaptarnos al medio y que en muchos casos, tengamos que optar por la autogestión como única vía de supervivencia. Circunstancia que en ese sentido definiría a día de hoy, mi caso y el de los proyectos con los que actualmente estoy comprometido.

A pesar de las dificultades que entraña esta realidad, me tomo lo que está ocurriendo como una oportunidad para seguir aprendiendo cosas nuevas.

 

¿Cómo se acopla Dani Baraldés de nuevo a la banda tras encontrarse inmerso en una carrera paralela con Los Mambo Jambo o con Rulo?

Pues, diría que bien cuando su abultada agenda de miles de compromisos se lo permite… ; El fantástico hombre bala representa en muchos sentidos, todo un handicap pues nos pone a todos a prueba y nos enfrenta con nuestro propio límite de incompetencia. Eso no es nada malo, todo lo contrario…. Cada vez tengo más claro el milagro que evidencia que hayamos podido materializar este disco tan revelador.

En el libreto hay un texto que me suena como reivindicativo, como una voz que se alza para gritar por la esperanza. Es como un alegato optimista y satisfecho de lo realizado. ¿de dónde salen estas palabras de aliento y qué pretendías comunicar?

La esperanza es lo último que se pierde. Con esas palabras he querido rendir homenaje a un espíritu inconformista muy concreto que define la esencia de ese fantástico hombre bala que tod@s llevamos dentro y que reivindico como talante vital ante cualquier adversidad.

¿Cómo manejas los nuevos avances tecnológicos y hasta que punto estás integrado en las nuevas formas de comunicar y compartir tu música?

Personalmente, no estoy integrado en las redes sociales. No me interesa ese tipo de exhibicionismo sintomático. Solo existo en ellas como artista y utilizo esos avances como un medio para promocionar mis proyectos.

 

Texto: Daniel Miralles

 

 

 

 

 

 

> Daniel Miralles

 

 

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