No acierto a comprender el porqué todavía se tienen que batir en recintos pequeños o clubs de reducida capacidad. Con cada disco editado han crecido un poco más, afinando su puntería, digiriendo sus múltiples influencias y afianzando su innato talento para componer auténticas joyas de hard-rock clásico. Quinto trabajo ya y siguen en estado de gracia. Tenían complicado superar su imponente Odyssey, y asimilada esa idea han optado por dejar de lado aquellos épicos desvaríos progresivos y acentuar su vena melódica. Ningún problema, siguen conservando su tremenda personalidad y, lo que es mejor, componiendo auténticas maravillas sin fecha de caducidad. Resulta extraño, sin embargo, que con la musa de la inspiración por las nubes, se hayan decantado por una versión como primer single. Así son ellos, les apetecía recuperar el clásico de Jimmy Webb que hizo popular Richard Harris a mediados de los sesenta y lo han hecho, aunque eso sí, se la han llevado a su terreno. Lo demás es un homenaje continuo a los años dorados del hard-rock, donde temas tan perfectos y precisos como «Boston Gold», «Electrical», «Letare» o «About Time» son la respuesta a esa pregunta que nos hacemos muchas veces: ¿dónde están los clásicos de nuestro tiempo? No seré yo quien compare a los suecos con Thin Lizzy, Budgie, UFO o Rush, pero si le dais una oportunidad a alguna de estas ‘’nuevas’’ bandas seguro que descubrís algo sorprendente. Además, ¿cuántos cantantes actuales conoces que sean capaces de interpretar con tanta emoción como Axel? Pues eso…
ANDRÉS MARTÍNEZ
