Las barcelonesas Me And The Bees han vuelto, después de algunos años de silencio, con su tercer álbum: Menos Mal (La Castanya, 2017). Su discurso musical, de todos modos, no ha cambiado demasiado en este tiempo: siguen colgadas por el pop, el más puro, el que vertebra las últimas décadas con una línea recta que une a las Ronettes con Teenage Fanclub. Un camino en el que cuenta la sencillez y la diversión, donde el objetivo es disfrutar y hacer disfrutar, sorprender y dejarse sorprender, sin más pretensiones que seguir agarrados a esa balsa salvadora que es la música mientras todo se derrumba alrededor. Hablamos con ellas de todo esto y de su nuevo trabajo.
-No sois unas recién llegadas. Vuestro primer disco salió en 2010. ¿Cuándo y como se forma Me and the Bees?
Es difícil acotar a una fecha, pero más o menos un par de años antes de que saliera el primer disco. Eli Molina y Esther Margarit hacían temas en casa por mera diversión. Al poco tiempo se incorporó Verónica Alonso y por último Carlos Leoz. Todo sucedió de una forma muy natural.
-Habéis publicado sólo tres Lps en estos siete años. ¿Por qué espaciáis tanto vuestros lanzamientos? Habéis tenido bastantes cambios en la formación en este tiempo. ¿Es quizás este uno de los motivos?
La verdad, no tenemos sensación que estén espaciados, simplemente sacamos disco nuevo cuando La Castanya y nosotros tres disponemos de tiempo: somos un equipo y nos gusta hacer las cosas juntos y sin agobios. Referente a los cambios de formación, realmente solo ha habido uno y fue cuando Eli dejó el grupo. En ese momento sí que nos detuvimos para hablar entre nosotros y decidir qué queríamos hacer.
-En vuestra música se encuentran referencias del pop de todos los tiempos, desde los grupos de chicas de los 60 hasta el pop alternativo de los 90 de grupos como Replacements, Teenage Fanclub o Lemonheads. ¿Con qué época os quedáis?
Con los 80’s.
-Creo que precisamente estuvisteis hace poco en un homenaje reciente al Bandwagonesque de Teenage Fanclub, ¿cierto?
Cierto, fue genial poder hacer versiones de Teenage Fanclub y compartir tantos hits suyos con amigos como los Beach Beach, DaSouza, Her Little Donkey, etc.
-Por lo escuchado, seguís en la línea de canciones cortas, directas, pegadizas, con armonías y melodías bien trabajadas y la luz del sol iluminándolo todo. ¿Sois de las que pensáis que menos es más, que no vale la pena complicarse la vida para hacer una canción redonda?
Simplemente cuando una canción nos gusta ni la machacamos ni la intentamos redecorar. La vida ya es complicada de por sí, no hace falta complicar las canciones, ¿no?
-¿Está todo inventado en el pop? ¿Se puede innovar en un estilo tan concreto como el que practicáis vosotras, o al final esto va de divertirse y hacer que la gente se divierta y el resto son milongas?
Esto va de todo, de divertirse, que se diviertan, de experimentar y probar cosas. Decir que en el pop está todo hecho no me parece real. Cada día aparece música que te sorprende, con su melodía, con su estribillo, con un arreglo inesperado…
-Me intrigan los números del título en “21, 32, 45, 69″. ¿Tienen alguna explicación?
Sí, van acorde con la letra de la canción. De forma muy resumida, el tema habla de enamorarse a cualquier edad.
Texto: Fidel Oltra
Fotos: Txema Yeste