La banda madre del indie-rock americano retoma la acción con un álbum que reafirma su poderío en la madurez, conservando el nervio y la chispa en su ruidosa causa. Para charlar sobre el estupendo Give a Glimpse of What Yer Not (2016, Jagjaguwar-Popstock!) contactamos con el bajista y compositor Lou Barlow, que ya pasó hace unos meses por estas páginas. Vuelve a hablarnos de la banda con la franqueza y clarividencia que le caracterizan.
El vuestro podía parecer la clásica reunión por la pasta, pero habéis publicado cuatro nuevos trabajos con la suficiente entidad como para hablar de una continuación más que digna. ¿Qué diferencias observas entre aquella etapa y la actual?
Es bastante parecido a entonces. Es por ello que pienso que los nuevos trabajos son muy consistentes. En cuanto a convivir, la experiencia en la carretera, salir de gira… es mucho más fácil.
Últimamente estás bastante ocupado con tu carrera en solitario, imagino que será más fácil para ti volver a Dinosaur Jr. después de períodos trabajando en otros proyectos…
Sí, tener otros proyectos y volver a Dinosaur Jr. siempre es emocionante, especialmente si he estado trabajando en mi proyecto en solitario. Acababa de finalizar otro EP acústico y a las dos semanas tenía que salir de gira con Dinosaur Jr. Volver a este rock electrificado y potente después de haber estado durante un tiempo tocando solo canciones acústicas ha sido maravilloso. Ya sabes, tener un par de bandas haciendo cosas diferentes me ayuda a mantenerme fresco, a centrarme en cada cosa a su momento de manera que ambas sigan siendo únicas e interesantes para mí.
En nuestro país no solemos prestar mucha atención a las letras de la música anglosajona. Quería saber qué importancia le das tú a los textos de las canciones. ¿Necesitas empatizar con las letras de J Mascis para conectar con su música?
Cuando escribo mis propias canciones las letras son increíblemente importantes, las pienso mucho y me paso mucho tiempo trabajándolas. Realmente disfruto trabajando el fraseo, me encanta hacer las cosas bien de manera insospechada, le dedico mucho tiempo. Con las letras de J y, de hecho, con una gran cantidad de trabajo de otras tantas personas y la música que escucho habitualmente, no suele ser tan importante. Una canción no tiene que tener buenas letras para que me guste, muchas veces ni siquiera sé lo que dicen las letras… y son solo letras. Es decir, una voz es solo una textura, una parte de la música, y no me importa sobre qué tratan los textos en la música de otros… Eso sí, he de decir que cuando escucho algo y la letra es muy, muy buena, como… digamos… Sufjan Stevens, es distinto. Debo reconocer que su música es mi favorita, él es mi compositor favorito actual debido a que es un letrista brillante. Y el disco que sacó hace dos años, Carrie & Lowell, me gusta porque me encantan sus letras.
Durante todos estos años la industria ha cambiado mucho, todo el consumo está regido por el mundo de la imagen, YouTube, las redes sociales, etc. ¿Cómo valoras todos estos cambios, el consumo de música en streaming y demás plataformas?
Adoro YouTube, cuando David Bowie falleció mis hijos me preguntaron quién era. Yo les dije: “Ahora veréis”. Así que entramos en YouTube y pudimos verlo y escucharlo juntos. Me encanta, como fan de la música realmente lo adoro, como músico… la forma que tengo de hacer música es girando, así es como me gano la vida. No soy un artista preocupado por la venta de discos y nunca lo he sido. Por lo tanto es difícil que me moleste perder algo que nunca he tenido.
Entonces estás a favor de Internet, con todo lo que ello conlleva…
Desde luego. Quiero decir, piensa en todas estas grandes bandas, ya sabes, como Radiohead o Metallica… para mí son como grandes corporaciones en sí mismas. Tienen una larga cadena de empleados que deben mantener, en gran medida apoyados por las ventas. Se mueven a otro nivel de cifras, así que para ellos es realmente importante este asunto: si venden 500.000 copias les jode no vender otras 500.000 que irán a parar al consumo en plataformas de streaming. Considero que son ellos quienes deben luchar estas cosas con Spotify y YouTube para encontrar la forma en que los artistas sean justamente remunerados por la escucha de su trabajo. También recuerdo que alguien me dijo que una de mis canciones había llegado al millón de escuchas en Spotify y, sin embargo, piensa que si pinchan una canción una sola vez en la radio de Nueva York llegará a diez millones de personas [Risas]. Así que no es lo mismo, no es igual ser escuchado en streaming o en la radio, por lo tanto los royalties deben ser estrictamente diferentes. Probablemente haya una manera mejor de estructurarlo pero, como artista, no me preocupa porque no es tan significativo para mí.
Con todos estos cambios en el consumo de música ¿crees que hemos perdido cierto sentido de la ética detrás de tanta estética?¿Sientes algún tipo de responsabilidad a la hora de mantener el legado de tu generación, de defender una manera de hacer las cosas?
Uf, esa es una gran pregunta [Risas]. A ver, pienso que muchas cosas están cambiando actualmente y hay un buen puñado de ellas que no las entiendo. Sabes… voy a cumplir 50 años este 2016 y creo que los jóvenes procesan la información de forma muy diferente. No sé, ¿se supone que debemos pensar que todo va a peor? No creo que sea así, yo crecí frente al aparato de televisión viendo programas horribles hasta que descubrí cosas como los fanzines y la música underground. Quiero decir, teníamos una capacidad de elección muy pequeña, los niños ahora tienen muchas opciones, es bastante notable… a un toque de la yema de sus dedos… la variedad de cosas a las que tienen acceso. Hay un montón de cosas acerca de la programación de ordenadores y la codificación que no logro entender y podrían ser cosas muy creativas para involucrar a los niños. No creo que pueda hacer una gran declaración al respecto de esta pérdida de valores o calidad. En general me gusta pensar que las cosas siempre están mejorando de algún modo pero, ya sabes, a medida que envejecemos somos menos capaces de entender los cambios debido a que estamos demasiado atados a nuestras experiencias con el arte y la música, estamos tan ligados a esa parte física del formato que no debemos engañarnos ignorando los cambios. Aún así, voy a seguir comprando discos en lugar de referencias digitales… y seguiré grabando casetes con mis canciones favoritas, así que no sabría qué decirte [Risas].
Me gustaría preguntarte cómo ves el presente y futuro de tu banda Sebadoh.
Con Sebadoh es complicado porque a las personas no les atrae tanto vernos, cuando estamos de gira el público es muy reducido. Cuando hacemos un disco tenemos que pagarlo nosotros mismos. Con Dinosaur conseguimos una gran cantidad de dinero para grabar el disco, podemos hablar, tal vez, de unos cinco mil dólares. Eso significa que tenemos que hacerlo todo nosotros y, por lo tanto, debe ser muy barato, y más pensando que Sebadoh… Quiero decir que me encanta tocar con Sebadoh y espero seguir haciéndolo, pero creo que es algo que, especialmente en los últimos años, cada vez es menos importante para la gente. Ello hace que sea más difícil de mantener…
Lamento escuchar eso. Yo considero que tu legado con Sebadoh es tan importante como el de Dinosaur Jr., al menos hay media docena de discos notables en vuestra discografía.
Me encantan las cosas que hice con Sebadoh. Ya sabes, cosas como Bakesale, es un álbum que todavía sigue gustando a la gente y me lo suelen comentar a menudo. Pero entonces, cada vez que sacábamos un nuevo disco a la gente no le importaba… Alguno de esos álbumes, que para mí eran muy buenos, no atrajeron el interés de la gente. Así que estoy en un punto en el que tengo que hacer las cosas que la gente quiere oír porque de lo contrario no creo que pudiera permitírmelo.
Texto: Antonio Jesús Moreno.
Ilustración: El Ciento