Siempre ha sido polémico utilizar temas políticos en el rock. En mi opinión, si se hace con la conciencia y los resultados musicales del séptimo trabajo de la británica Gemma Ray, está más que justificado. Más aún en los tiempos de desigualdad y de falta de solidaridad que vivimos.
Musicalmente mantiene sus épicas torch songs cargadas de destellos psicodélicos y ese evidente influjo en el sonido general de Nick Cave & The Bad Seeds o de Siouxie & The Banshees, aunque hay quienes hablan hasta del cabaret épico de Kurt Weil. También se nota el influjo de los cercanos refugiados sirios al estudio de grabación en unas letras cargadas de historias llenas de humanidad. Tras el enigmático inicio de “Come caldera” llegan los primeros aires a Nick Cave de una “There must be more tan this” con las guitarras supurando blues psicodélico en onda Jeffrey Lee Pierce. En los momentos más tétricos, macabros y de índole político como “We do war” tenemos casi ecos al Alex Chilton de “Holocaust”, aunque otros momentos más pop y ligeros pueden recordar a Nancy Sinatra (“Ifs & buts”), aunque con órgano psicodélico y destellos rockabilly y surf en las guitarras. La Cara B es más oscura aún y fluyen aromas incluso a Siouxie y The Cramps, aunque suavizan con algún toque más tierno de nuevo en clave Nancy Sinatra. ¡Apasionante e impulsivo cierre con el estribillo de “Shimmering” con el brillo para los teclados de nuevo!
Texto: TXEMA MAÑERU