Esa máquina implacable de facturar himnos que son los Dropkick Murphys liderados por las mentes pensantes de Ken Casey y Al Barr vuelven a primera línea. Y por si esa afirmación no te convence, no hay más que pinchar su nuevo disco, que dicho sea de paso es el mejor en varios años, para llegar a su pista 9 y comprobar que han escogido versionar el mítico «You’ll Never Walk Alone», grabada originalmente para el musical Carousel en 1945 pero convertida en himno oficioso de equipos de fútbol como el Liverpool o el Celtic de Glasgow.
Anécdotas aparte, los Murphys brillan con canciones políticas y sociales como la brutal «Rebels With a Cause» o ese «4/15/2013» dedicado a las víctimas de los atentados del maratón de Boston. Incluso se atreven a aportar a su particular visión de los arreglos celtas cierto aroma a AC/DC en la espléndida «Blood» aunque canciones como «Paying My Way» (¿a nadie le parece que vaya a arrancar el «We Will Rock You» de Queen?) bajan el listón optando por algo excesivamente fácil y demasiadas veces visto en su música. Un sonido, por cierto, cada vez más cercano a Bruce Springsteen y más lejano a The Clash. Que cada uno extraiga sus conclusiones. En cualquier caso, esa sensación de caminos ya transitados es la que hace que el disco quede reducido simplemente al notable. Eso sí, muy por encima que su predecesor Signed and Sealed in Blood (2013).
Eduardo Izquierdo
buen disco, disfrutable a tope como siempre con esta gente. si alguien necesita las letras http://www.rockalyrics.com/612-5443/dropkick-murphys/11-short-stories-of-pain–glory-lyrics.html