Sacados directamente de la serie The Young Ones y plantados en Rocksound. Así lucían Johnny Gorilla (guitarra y voz), Louis Comfort – Wiggett (bajo y voz) y Bill (batería) mientras se subían al escenario y daban los primeros guitarrazos. Al once, por supuesto, siguiendo la más refinada tradición Spinal Tap.
Arrasaron el club de Poble Nou con una descarga imparable de energía y electricidad. A hierro desde el minuto uno desataron un maremagnum de riffs rocosos y ritmos monolíticos que fusionaban rock macarra, hard de clase trabajadora y punk primerizo a medio camino entre Motörhead, Slade, Black Sabbath, Sir Lord Baltimore y esas oscuras y grasientas bandas de proto metal surgidas entre finales de los sesenta y primeros de los setenta que todos tenemos en mente.
Acelerones y frenazos que habrán dejado huella esta mañana en las cervicales de los presentes en un salto al vacío sin posibilidad de salvación ni red. Rock & roll pendenciero y borrachuzo cuyo hábitat natural son los tugurios de clase trabajadora un viernes por la noche. No era este el caso, pero el público respondió de manera estupenda ante la adrenalínica propuesta que surgía de los amplificadores. Tras hora y media de volumen brutal y sudor grasiento el almirante ganó una nueva batalla. A toda vela. No te los pierdas si atracan su goleta en un puerto cercano.
Manel Celeiro
Foto: Edko Fuzz