Se echa de menos a una banda como Dexateens. Los de Tuscaloosa fueron uno de los combos más refrescantes de la explosión del «americana», aunando energía punk, querencia por el rock clásico y predilección por la melodía a su innegable base formada en la música de raíces. Tras la edición de Singlewide (Skybucket, 2009) se sumergieron en un hiato hasta que dieron señales de vida con un E.P. titulado Sunsphere que vió la luz cuatro años después.
Vuelta a la actividad que certifica la aparición de un nuevo larga duración que se abre con la mutación del eterno y silvestre ritmo trotón de Bo Didley que perpetran en «Old Rebel» para continuar en la senda del cow punk con temas como «Teenage Hallelujah» o «Eat Cornbread. Raise Hell» , meterse en andurriales indies en «Boys With Knives» o perpetrar extraños experimentos como la curiosa «Jimmy Johns», la esquizofrénica «Alabama Redneck» o la sincopada «Shake n Bake Astrovan», que denotan su falta de prejuicios y su atrevimiento .
Destacan también en su faceta desenchufada, enfocada más tradicionalmente, con esas guitarras acústicas que dominan delicias de aparente sencillez pero de eficacia abrumadora en canciones narcóticas que retoman el espíritu de los Stones más campestres, «Working Hands», se acercan al bluegrass, «Red Bird Road», o pervierten la clásica tonada vaquera caso de «Curtain Call Candice».
No es su mejor disco pero es bueno y necesario que formaciones como ellos se mantengan vivos y coleando. Rompiendo esquemas de género y aportando novedad e inquietudes. Caso de congéneres como Old 97’s, Sons of Bill, Elliott Brood o Hollis Brown. Para tradicionalistas siempre estamos a tiempo.
Manel Celeiro