Discomático

Parquet Courts – Human Performance (Rough Trade Records)

human-performanceLo de Monastic Living, extraño epé en el que el cuarteto se perdía por los cerros de Úbeda, ya está olvidado. Aquí los americanos retoman el pulso a su personal acepción del rock. Un rock de guitarras angulosas y devaneos post-punk («I Was Just Here» suena a Gang of Four); de coqueteos rock-kraut (así, en este orden, como en la excelente «Dust»); o incluso de una suerte de hip-hop recitado en la onda del primer Beck («Captive of the Sun»). Aunando tal variedad de elementos, pero sin perder los papeles y siempre con su denominador común bien visible, hilvanan un total de catorce canciones que nos conducen, como si de  un extraño viaje se tratase, hacia excitantes lugares los cuales muchas veces nos suenan (los Velvet siempre están ahí), pero que aquí aparecen rejuvenecidos. Unos terrenos donde la lánguida, perezosa dicción de Stephen Malkmus se deja ver asiduamente (en «Steady on my Mind» por ejemplo). Pero lo cierto es que, por mucho que nos esforcemos en desmenuzarla y describirla concienzudamente, no hay nada como empaparse en la música de los de Nueva York para entender ese algo abstracto, ese factor diferencial que atesoran. Ya sea escuchando el encuentro entre Jonathan Richman y Spoon que es «Berlin Got Blurry», o la tremenda canción que da título al disco –ojo al explosivo estribillo–, los hermanos Savage y compañía nos meten de pleno en su bolsillo a base de traqueteo a las seis cuerdas, y unas melodías siempre huidizas, casi recitadas (como en «One Man No City»).

 

Daniel González

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