No son pocas las bandas en las que ha estado involucrado Ángel Doblas, incansable veterano de la escena granadina, en distintos niveles de implicación: miembro fundador de los imprescindibles TNT, al cargo del bajo en algunos de los momentos más interesantes de la trayectoria de 091, ha decido por fin editar discos a su nombre. Coincide esta reivindicación personal con sus momentos más inspirados a nivel compositivo, una vez superado el proyecto Quäsar, en donde no terminaba de focalizar claramente sus objetivos. Ahora si que parece meridianamente claro que vuelve por sus viejos y rockeros dominios, en un disco sólidamente compacto y taciturno, adornado sus acordes musicales con textos bordeando lo apocalíptico. Ayudado en algunos cortes por el ex La Guardia Quini Almendros, el aire se corta con la árida armónica en temas ásperos como el aire del desierto –“El Tren Del Infierno”- mientras suenan bandas sonoras idóneas para spaghetti western crepusculares, caso de “Un Mundo Desconocido” o recupera el punch más rotundo de finales de los setenta en “No Hay Tiempo”, completando un trabajo breve pero rotundo.
Texto: Manuel Borrero