El legendario Alan Vega, la mitad de Suicide, uno de los grupos más influyentes de la historia del rock, fallecía a los 78 años de edad en su casa de Nueva York de «causas naturales». El primero en hacerse eco e la noticia fue Henry Rollins en su página web, con un emotivo texto en el que asegura que «hizo única y exclusivamente lo que le dio la gana. Vivió para crear».
Vega fue un visionario, capaz de hacerse un hueco en una ciudad como Nueva York en la que nombres como Ramones, Patti Smith o Television tenían un impacto que rozaba la omnipresencia a finales de los setenta. Después de formar junto a Martin Rev, a principios de década, Suicide, logra encontrar su sitio gracias a sus escasos o directamente inexistentes límites creativos. La publicación de su primer disco, titulado como la banda en 1977 fue un soplo de aire fresco que acabó influyendo a bandas con tan poco en común entre sí como New Order, Bruce Springsteen o Depeche Mode. Descanse en paz.
EI