En un ambiente relajado, el llamémosle “difícil de etiquetar” Edu Quindós (no es un solista puro, ni un cantautor al uso, ni tampoco presume de ser un virtuoso de la guitarra) presentó en sociedad los temas de su tercer álbum de estudio en solitario, Still Believe, un trabajo maduro, redondo y ciertamente de bella factura. Si bien lo que oímos en la sala Alfa en Barcelona fue la versión desnuda de las canciones del disco, junto con algunos otros temas de los precedentes Stay with me y Hello, el directo de Edu Quindós convence desde el primer momento. Serán las tablas en escena del ex vocalista de la ya extinta Plebeya, será la seguridad de sentirse arropado por un repertorio indiscutible o quizás la fuerza y calidez vocal con la que los temas salen por su garganta, algo en ocasiones infravalorado e incluso denostado en el mundo del rock; sea como fuere, lo que Edu Quindós es capaz de transmitir encima del escenario a través de sus melodías y con apenas la ayuda de una guitarra es palpablemente vibrante y cargado de emoción . Still Believe es un disco de canciones y de momentos. Momentos de triste belleza (Lost Opportunity); momentos de melancolía embriagadora (I will be there for you); también de momentos optimistas (I’m ready to be happy today). Pero ante todo de momentos vitales resueltos de forma preciosista. Edu Quindós es uno de esos tipos capaces de estar cantándole al desamor y a un alma hecha añicos, pero lograre que en su voz suene como algo menos malo y cruel. Y eso, en vivo y en distancias cortas, se nota, y se agradece.
Texto y foto: David Lage