No se exagera su importancia capital en el devenir de la música eléctronica más dañina, ya que son, folclore aparte, el sonido que más ha retumbado en las seseras foráneas salido del Estado español. Su fosforescencia ha dejado rúbrica a lo largo y ancho de todo un género, de Autechre a Pansonic. 35 años cumplieron Esplendor Geometrico en 2015, y continúan siendo revelación pura y dura para el que se acerque a ellos. Este sábado 23 de abril participan en el Tagomago Fest Vol 2 en las Naves (Valencia).
No voy a manifestar ninguna boutade si afirmo que Esplendor Geométrico han sido para mi el mejor prototipo de música industrial de su generación, con permiso de Cabaret Voltaire. Su secreto, el ritmo, siempre implacable, dispuesto a someter al oyente, y una trayectoria donde el más de lo mismo es siempre diferente. Como muestra su último disco, Ultraphoon (Geometrik 2013), donde siguen exponiendose estimulantes dentro de su negociado. Algo inédito dentro de la música electronica, siempre obcecada en una idea de progreso y evolución reduccionista y tramposa. La misma de la música pop pero encima con pretensiones teóricas. Esplendor Geométrico están manufacturados a partir de las piezas defectuosas del cohete hacía el progreso.
Reconozco que mi intento de provocar a Arturo Lanz, miembro fundador y voz de Esplendor Geométrico, no ha salido. Su temple castrense le hace inmune a cualquier chorrada alegada por mi. Normal. El muy truhan parece administrar su verbo de forma que resulte lo menos onerosa posible para el contribuyente. Austero en apariencia, pero no, más bien se la trae al pairo todo mecanismo, ritual o movida que se sitúe fuera de la manipulación de ese ruido y ritmo diamantino síntesis de primitivismo y pronóstico futuro, siguen poseyendo ese halo de forasteros en tierra extraña. De muestra, el desdén por el enjabonamiento lacayuno que Arturo siempre dispensa. Su mano derecha, Andres Noarbe capo de Geometrik, en su intervención, nos ayuda a proyectar el mapa por el que se movían E.G en sus años iniciáticos. EG han cincelado una discografía glacial, austera y metódica, que nunca ha ido a la deriva, sus cimientos continúan emitiendo su ascendiente sobre nuevas bandas. A pesar, de que en estos momentos su ascético periplo protagoniza un futuro documental hagiográfico, que seguro no será su obituario, todavía en producción.
Esplendor Geométrico siempre han impreso una disciplina estajanovista, tanto en cantidad como en la forma del producto. Es decir, nunca se han dejado llevar por el caos. ¿La disciplina esta dentro de vuestra idea de sonido?¿De cómo trabajar las dinámicas de los temas?
No es exactamente una disciplina, es una voluntad. El querer hacer las cosas me hace disfrutarlas. Y ese es el caso de la música de Esplendor Geométrico, el disfrutar de las cosas que quieres hacer más allá de otros planteamientos, tanto técnicos como intelectuales.
Yo noto distintas etapas en vuestro sonido, aunque, sin moveros de vuestro territorio esos cambios han añadido sutileza a vuestro sonido. Para mi un álbum clave en vuestra evolución, y, poco nombrado es Arispejal Astisaró (1993 Línea Alternativa). ¿Pero qué momentos, ya sea conciertos, cambios de residencia, colaboradores o álbumes, diferencia etapas dentro de EG?
Lo que más ha influenciado en nuestros cambios han sido los instrumentos. En los 80 el MS 20, cajas de ritmo y efectos analógicos; en los 90 el WAVESTATION; a partir de 2000 software de MAC, y en la actualidad MAC y IPAD. Todo muy simple la verdad. Nunca me ha interesado complicar las cosas.
¿Por qué el uso de palabras árabes, romanis o asiáticas o son solo silabas pulverizadas por la garganta de Arturo?
Es una cuestión estética que viene determinada por el timbre de las voces y el ritmo del tema. No hay significado en muchas de ellas, o si lo hay es totalmente aleatorio. Parecido a las obras dadaistas pero despojándolo de la significación artística.
¿Cuando conoces a Saverio y entra él en Esplendor Geométrico? Si no me equivoco el debut de Most Significant Beat fue un álbum compartido con Esplendor Geométrico.
Somos amigos desde mediados de los 80. Organizó un concierto en Roma de EG y en el año 90 o 91 entró a formar parte del grupo. Y efectivamente sacamos un álbum compartido con M.S.B.: Control Remoto 1.0 (Geometrik Records 1991), que fue además su debut en ese formato
Siempre habéis sido considerados un grupo fuera de la movida madrileña, una percepción a mi entender equivocada. Me explico, la provocación y la traslación de jergas musicales foráneas era moneda de cambio común, salvo que vosotros lo llevasteis al extremo y conseguisteis ser los más modernos. ¿Me equivoco? ¿Soy un idiota?
No sé. No tuve mucho que ver con el ambiente musical de los 80. Del 77 al 80, con el Aviador Dro, si que nos movíamos con esa gente, pero a partir de EG ya no salí mucho. Me dediqué a estudiar, y a hacer música en mi cuarto. Además, lo de la movida fue una chorrada. El mirarse al ombligo fue lo que resultó de esa cosa llamada movida. No llego a ningún sitio, y la repercusión me parece que fue muy escasa excepto para los que supieron sacarle jugo económico.
¿Que contactos teníais en el escena industrial internacional en vuestros comienzos? Del 86 data vuestra primera grabación en directo en Roma. ¿Cómo era aquello de salir a tocar fuera de España y en que red os movíais? Imagino que Maurizio Bianchi sería uno de vuestros hombres en Italia y Jordi Valls en UK.
Personalmente yo no tenía contactos. Todo lo que recibía de músicos fuera de España se lo daba a Andrés Noarbe y él contestaba y mantenía el contacto. Yo pasaba bastante. No me interesaba un contacto personal. Alguna cosas me gustaban y otras no. En Roma lo organizó Saverio. A Maurizio Bianchi le conocía por el recopilatorio que compartimos publicado por el sello del grupo alemán Der Plan: FIX PLANET! (Ata Tak 1980), pero no personalmente. Saverio sí le conoció y se hizo incluso con su caja de ritmos pues se la vendió a mediados de los ochenta cuando Maurizio dejó temporalmente la música. Tras su regreso, muchos años más tarde, grabaron incluso un disco juntos que se publicó en Japón y que acaban de reeditarlo en Italia. Nunca he hablado con Jordi Valls, no le conozco.
(Andrés Noarbe) En los comienzos me encargaba, al principio junto a Gabriel Riaza de E.G., de los contactos internacionales de Esplendor. Intercambiamos cassettes, discos, e información con Graeme Revell de SPK (que alucinó con EG-1), Masami Akita – Merzbow, Sprung aus den Wolken, Maurizio Bianchi, Nocturnal Emissions, Ramleh, Steven Stapleton (NWW), Hunting Lodge,… y con otros grupos muchos grupos y músicos más de la escena Industrial underground de los primeros ochenta. Al mismo tiempo estábamos dentro del movimiento internacional de sellos de cassettes con Discos Esplendor Geométrico – EGK desde mediados de esa década. También tenía estrecho contacto por carta con Jordi Valls (colaborador de Throbbing Gristle), que me contaba con detalle sobre los principios de Whitehouse, Psychic TV, y otra gente del underground británico de esos años pues él vivía en Londres y estaba muy involucrado , además claro de su proyecto Vagina Dentata Organ. En España (desde 1982) manteníamos estrecha relación con Francisco López y Francisco Felipe (La Otra Cara de un Jardín) en sus comienzos, y contactamos en 1980 con Javier Hernando (Xeerox) de Barcelona , cofundador del sello Ortega y Cassette. Más adelante con el underground experimental-industrial de esa ciudad (Macromassa, Melodinamika Sensor, Avant-Dernieres Pensées, 32 Guajar´s Faragüit, Camino al Desvan…), que editaron en Discos Esplendor Geométrico entre 1986-1988.
¿Sigues teniendo algún contacto con Gabriel Riaza y Juan Carlos Sastre? Vuestros trabajos fuera de Esplendor Geométrico, me refiero en el plano civil, tú anteriormente militar, y Sastre funcionario de prisiones, parecían encajar de forma involuntaria con la inclemencia de vuestra música. Hablo desde un aspecto solamente estético, en ninguno más. Ni un especialista en marketing lo hubiera diseñado mejor. ¿Como era aquello percibido en vuestro entorno musical?
Nos seguimos viendo de vez en cuándo. El que era funcionario de prisiones es Gabriel Riaza, y no Sastre. Fue totalmente involuntario y no tenía nada que ver con la música. Yo sólo estuve en el ejercito dos años, y después aprobé oposiciones, como antes lo había hecho Gabriel. Había que buscarse la vida… Como ya he dicho, no tenía contacto con ningún entorno musical.
Siempre habéis tenido un aspecto que os ha dotado de una singularidad especial, ese hecho, es el de que en vuestras letras hay un costumbrismo deformado y amplificado de España. Claras muestras de ello, por ejemplo, el audio de que se oye al final de “Es inaudito”, que parece sacado de una cinta porno de gasolinera, el anuncio en “Disco rojo” o algunos títulos que contienen un correoso sentido del humor. ¿Como seleccionas esos audios y que sentido quieres que le proporcionen a la canción?
En español meto pocas cosas ahora. Aunque es verdad que en el pasado si que eran recurrentes. En el caso de “Es inaudito”, me pareció muy singular la voz neutra de una mujer diciendo una frase que nunca se hubiera dicho de tal forma en una situación como la que se narraba «Es inaudito hacerse follar por un perro». Me pareció una buena prosa en la traducción de una película porno bastante cutre. Creo que lo último que he utilizado en español, fue la voz del Che Guevara en un tema de PULSION: Joven Comunista. Me pareció muy gracioso que dijera lo mismo que lo que me decían a mi a los 10 años cuando fui a un campamento de la OJE (Organización Juvenil Española) de la Falange. Si cambias Joven Comunista, por Joven Falangista, hubiera sido lo mismo.
El sentido del humor es imprescindible en EG, como en la vida en general.
Ya en el 84 Escupemetralla os rendían pleitesía con su canción “Quiero ser guitarra de Esplendor Geométrico” ¿Que os pareció En-Co-D-Esplendor? ¿Algún remix que odies de ese disco?
Hace mucho que no escucho ese disco, y creo que lo he escuchado un par de veces en total. En general procuro no odiar nada ni a nadie. y creo que lo consigo.
Hoy en día grupos cómo Chris and Cosey o Coil han visto su fama crecer de forma exponencial entre las nuevas generaciones. Y lo mismo os ha pasado a vosotros. ¿Que variables crees que han incidido en ello? ¿O creéis que habéis pasado de ser la rareza, a ser, en cierta forma un clásico?
Creo que la razón es que la música de EG no tiene un espectro temporal marcado. La propia evolución de la música electrónica nos ha permitido ampliar la audiencia.
Siempre os habéis presentado como una isla, solos en la escena musical española, algo que creo ha sido más un relato construido por vosotros mismos que una realidad ¿No teníais afinidad y relación con grupos como Macromassa, La otra cara de un jardín u Orfeón Gagarín?
Creo que no me he presentado nunca como una isla. Por supuesto que en los 80 surgieron muchos grupos que hacían cosas diferentes. Y Andrés Noarbe a través de Discos Esplendor Geométrico fue un difusor activo de estos, y lo sigue siendo. Con Macromassa hemos tenido mucho contacto y lo seguimos teniendo. Yo participe en el único single de La otra cara de un jardin (lo grabamos en mi casa). Con Orfeón Gagarin no tuve mucho contacto, pero nos conocíamos, y ahora vamos a tocar juntos en Valencia. Con Francisco López me une una amistad desde casi la infancia, y comenzó a grabar sus casetes casi al mismo tiempo que se creó EG.
Texto: Iván López Navarro